Son días para oscurecer,
envuelta como capullo
se aquieta mi ser,
poco a poco me oculto y
ya nadie me verá padecer.
¡Oh Luna Negra!
¿Cuánto tengo que esconder?
Fuiste mi única cómplice,
a ti jamás te mentiré.
En esta oscuridad
es difícil no recordar,
aquellas miradas despiadadas
que tanto me hicieron llorar.
Este silencio sagrado
que me abriga a tu lado,
no se parece al silencio maldito
de aquel que por cobarde
o indiferente se mantiene calladito.
¡Oh Luna Negra!
Contigo puedo dejar partir todas mis penas.
Tú me abrazas, me besas
y a cada una de ellas te llevas.
Y a ti Luna Llena, tengo que reclamarte tu falta de consideración y delicadeza.
Aquellas noches sin tu presencia
me arrebataron los sueños
con un par de sentencias.
Es cierto que no morí,
pero hoy a cada una de ellas
voy a darle fin.
Mi Luna Negra, tú estás de nuevo aquí
y no vacilo en esconderme junto a ti.
Se renuevan mis motivos
y hoy puedo volver a escribir.
¡Oh Luna Negra!
Quisiera que tu misteriosa magia
se apoderara de mi, para no extrañar esas promesas falsas e ilusiones que nunca he vivido y no voy a vivir.
Simplemente no son para mí...
Yo vine por la verdad
y por ella hasta mi vida he de dar.
Escrito por Ana Isabel Parra D.
Si has llorado por traiciones
ResponderBorrary sentencias conmovidas
sobrecoges corazones
de tus amigos de vida...
Si dedicas emociones,
mi querida Ana, amiga,
tal vez por las sinrazones
de lunas de mediodía...
Si cobardes señorones,
y con miradas malditas,
te estafaron ilusiones
destruyendo tu sonrisa...
El cielo, constelaciones,
la naturaleza viva,
te han de llevar amores
que cantarás en poesía...
Relatando emociones,
con palabras exquisitas,
y con alegres canciones
pero sin llantos, mi niña...!
Poema dedicado a mi lejana y muy querida amiga Ana Isabel Parra, que, debido a una amarga circunstancia de su vida, no deja de llorar.
Federico L.M. de Luque
9 de marzo de 2016 – 01:30 de la madrugada – Hora Argentina
Federico...
BorrarYa no lloro por esas traiciones
tengo la fuerza para abrazar sus corazones.
No te preocupes por mí
estoy ocupada en darle fin.
Pobre cobarde aquel que en su momento no supo valorar el amor que profecé,
Entiendo que no era el momento ni para mi ni para él.
Ahora estoy tranquila, llena de amor y vida, consagrada a mi propia conquista.
Por eso esta noche hermosa y de luna oscura ella se lleva consigo todo rastro de dolor y amargura.
Su sosiego me arropa ahora... Siento frío, pero ahora no espero que salga el sol, tengo un hermoso y cálido fogón que habita en mi interior y le da forma y color a lo que soy.
Gracias Amigo!! Levantas un alma herida por letras fingidas
¡Tu poesía las redime en un acto de amor sublime!
Mientras queden en tu pluma aquellas ansias
Borrarcon que formas tus poemas hasta el fin,
mientras quede en el tintero una palabra,
que intentare en tu pluma resurgir,
aunque a veces te invada la nostalgia
y conformes comentarios para mi,
extraídos del centro de tu alma,
jamás dejes, Ana Parra, de escribir...!!!
Federico L.M. de LUQUE