Sentirse impotente es dar por sentado que no puedes. Es cambiar la fuerza y voluntad por incapacidad.
La impotencia se adueña de nuestra emoción pero lo más peligroso es cuando hace suya a la razón.
La impotencia va llenando cada espacio vacío que va encontrando. Y hasta incluso invade los pocos que ya estaban ocupados.
La impotencia es contagiosa y no repara en edades, géneros o clases sociales.
La impotencia es justo eso que sientes cuando no puedes dejar salir tus mejores pensamientos y emociones.
La impotencia es esa sensación devastadora donde pierdes paz, libertad y casi toda tu racionalidad.
La impotencia es saberte sin una migaja de poder para superar aquello que ha generado ese fantasma y te sumerge tan hondo para solamente verte perder.
La impotencia es ira y tristeza acumulada pero se resume en gran desesperanza, esa que te va dejando cada intento no logrado y marchito.
La impotencia te sumerge en una profunda depresión y en su primera fase se hace muy violenta, no mide consecuencias y se enfrenta con gran descontrol.
La impotencia no colabora en ningún propósito ni lucha, por el contrario, con ella junto a tu lado tienes todas las de perder.
Cuando es la impotencia la que te mueve casi nada la detiene. Es una fuerza contraria, peligrosa para quien la vive y la recibe.
Cuando es la impotencia la que cobra vida termina siendo prácticamente un acto suicida.
Si la impotencia es lo que hoy te mueve, presta atención, porque estarás expuesto a más frustración.
Una lucha movida por la impotencia es una lucha ficticia, aunque llores lágrimas de sangre, esa lucha estará perdida.
Si la impotencia te acoge busca drenarla creativamente, no te desboques.
Que no sea la impotencia la que te mueva... Deja que los grandes ideales y valores movilicen cualquier lucha que quieras emprender.
un blog muy interesante. da gusto encontrar a gente que disfruta con la reflexión y exposición de sus conocimientos. saludos. (http://alejandrovargassanchez.blogspot.com)
ResponderBorrarHola, Alejandro.
ResponderBorrarGracias por pasar por acá. Tu link no me lleva a ningún blog. Podrías enviarlo de nuevo.