domingo, 30 de marzo de 2014

¡Quiero un puñado de conciencias!



Hoy quiero y necesito ir contigo más allá de una reflexión, la intención es tocar tu sensibilidad, inducirte a sentir y que se estremezca alguna fibra de tu ser para incitarte a actuar.

Nuestras almas han permanecido adormecidas y ya quieren despertar, no me cabe duda de que están buscando su verdadera libertad. Una libertad que nada tiene que ver con hacer lo que se me antoje, estoy refiriéndome a todas aquellas cosas que nos encarcelan en nuestras propias percepciones como si el mundo en su totalidad fuera esa ínfima parte que logramos ver en lo personal.
 Crecemos en una cultura y en un sistema que nos deja ver y nos señala a donde mirar, nuestras creencias personales están condicionadas y claramente dirigidas a alimentar a un sistema disfuncional. Sólo mira a tu alrededor y lo verás, y al salir un poco más allá  lo que descubrimos suele ser aterrador. Nos matamos unos a otros por obedecer a esa parcela de la verdad que nos han hecho creer como LA GRAN VERDAD, y de esta manera vemos como en nombre de Dios y Patria se han cometido y se cometen tantos crímenes e incluso guerras interminables. 
¿Cómo por defender una ideología o teoría somos capaces de arremeter contra la libertad y el derecho a la vida? Nos dividimos y enfrentamos por tener diferentes creencias sociales, religiosas y políticas entre otras. Y sin ir muy lejos, por defender nuestra individualidad, el hambre y la miseria ajena no nos conmueven.

Hoy te quiero invitar a que no te baste el vestido, alimento, trabajo y estudios... que dirijamos nuestro aliento para alimentar nuestro espíritu, trabajar por el ser y desaprender.

Desaprender la desmedida individualidad, el gozo por lo banal, el miedo a lo irreal, la compulsión de tener por tener. Desaprender todo aquello que la sociedad nos ha marcado como lo más importante aunque nos lo disfrace. Nuestras sociedades no han practicado el amor como forma de dirigirse y organizarse, somos parte de un mundo basado en la distribución desigual, un mundo repleto de injusticia social. 
Quiero dedicarles a todos un escrito que surge de mi reflexión, quizás poética pero llena de algo tangible en cuerpo y alma. Desde lo más profundo de mi ser les entrego lo que hoy he de llamar:

“QUIERO UN PUÑADO DE CONCIENCIAS"

Mientras el dolor se mantenga atado a mi existencia y a la tuya no descansaré hasta desatarlo...hasta lograr liberarnos.
Mi conciencia no se despertará en la medida justa y necesaria si no está acompañada de la colectividad, todos somos importantes.
Mi verdad será más confiable si unes tu verdad a la mía y así juntos podremos alcanzar un mayor nivel de conciencia.
Para elevar mi conciencia debo mostrar mi devoción por conocer y comprender tu verdad. No quiero seguir atada en mí, quiero liberarme para entrar en ti y así juntos salir. La toma de conciencia es colectiva.

Un profundo amor por otros toca aun una fibra de lo que ha quedado de mí... quizás a estas alturas tu amor y el mío no serán suficientes, necesitamos más almas y corazones libres que no se dejen conquistar, pero que se dejen liberar.
Se solicita un diseñador amoroso y libre con el poder de crear mundos nuevos donde el respeto, la justicia social, el amor y la libertad sean la realidad.
Quiero un puñado de conciencias para que trabajemos por la libertad...
Quiero un puñado de conciencias para construir la justicia social...
Quiero un puñado de conciencias lleno de amor compasivo por quienes producen y son víctimas de la violencia...
Quiero un puñado de conciencias que sepa descifrar lo que está funcionando mal...
Quiero un puñado de conciencias que en vez de pelear o matar salgan convencidos de que la solución es amar...
Quiero un puñado de conciencias que dejen de ser títeres...

¡Quiero un puñado de conciencias que asuman el reto de su vida, familia y comunidad!


No hay comentarios.:

Publicar un comentario