viernes, 1 de agosto de 2014

El sufrimiento, un amante menos...

No me gusta revestir ni mucho menos maquillar el sufrimiento propio o ajeno. Me niego profundamente a consentir o consolar aquello que embadurna esa piel corroída. Prefiero mil veces derrochar su fortuna y dejarlo en quiebra. Quitar su ropaje clásico con efusiva paciencia y su ropa interior con exquisita violencia. Él no me engaña, yo se lo permito...

Lo he seducido y atraído cientos de veces, pero ya es suficiente. Le he hecho sentir que es el mejor de los amantes y en su ilusión lo cree.  
Pensar que estás tan cerca porque te lo he permitido, pero ya te he sentenciado a vivir aislado o si gustas ve a engañar a otros para que sigas alimentando tu fragilidad e inexistencia, dependes de todos ellos para sentir que existes y soñar que eres real. 
 ¡Oh sufrimiento! Ya ni lastima me das...


Imagen tomada de http://ameliadesola.blogspot.com/2013/02/frida-del-sufrimiento.html?m=1 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario