martes, 6 de mayo de 2014

El veneno de un desmoralizador

Quienes se dedican a desmoralizar a otros atentan contra el ser, 
son los peores enemigos que pudieras tener. 
Quienes practican la desmoralización pretenden acabar 
con el sentido de valoración del otro. 
Someterse a semejante acción es demasiado peligroso. 

Un desmoralizador mientras se mantenga o sienta por encima de ti no mostrará su veneno tan letal, eso  surgirá cuando ya no domine y  él sienta tambalear su poder.  Con frecuencia reaccionará para aniquilar todo asomo de crecimiento y esperanza porque el siempre se sentirá por encima a costa de la miseria ajena. 

Cuando estás relativamente cerca de un desmoralizador puedes sentir su veneno letal, casi siempre en su lengua. Aunque algunos de ellos suelen ser muy "sutiles", silenciosos pero letales. Quien practica la desmoralización suele proyectar en otros sus miserias y defectos. Cuando un desmoralizador habla es una buena oportunidad de conocerle, solo invierte su discurso y quedará al descubierto. 
  
El desmoralizador emana odio por sus poros y no importa quien sea (padre, madre, pareja, gobierno,etc) hay que mantenerlo al margen para que pierdan su fuerza y evitar para ti una mayor perdida. 

Comprender lo que mueve a un desmoralizador cuando atenta contra la integridad psicológica de otro es importante para que no tenga éxito en su acción sobre ti. Quien practica la desmoralización es un individuo de mente desviada y perversa. En su mayoría arrastran consigo viejos dolores donde el abuso físico o psicológico era el pan de cada día. Ellos se han desvirtuado en su sano desarrollo, no saben relacionarse o mantener  un intercambio sin menospreciar las muestras de autenticidad y los valores e ideas de otro. Ellos mejor que nadie saben como lastimar. 

El desmoralizador busca ejercer el poder a través de lo poco que sabe hacer, desesperanzando, incapacitando, humillando y arrastrando el valor y la estima de otro, de esa manera toma posición y una ventaja que solo surgirá si realmente logra su cometido, o sea desesperanzarte, desvirtuarte, desvalorizarte e  invalidarte. Empieza entendiendo que él no es superior a ti y que tú puedes activar recursos y habilidades que seguramente el ni sospecha que existen ni las tiene. La más importante es la autovaloración y el reconocimiento de lo que realmente eres. 




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