miércoles, 21 de mayo de 2014

La etapa de convivencia

La etapa de convivencia no significa que se terminan los conflictos típicos del día a día, pero si es una fase donde se camina sobre terrenos más sólidos y pavimentados.

Hemos estado analizando y mirando de cerca el desarrollo evolutivo que vive una pareja para comprenderla y saber manejarla con mayor asertividad. Estudiamos una primera etapa llamada confluencia, donde entendimos que enamorarse no está bajo nuestro control y que habrá factores psicológicos y químicos que determinarán esta hermosa pero efímera etapa. Luego pasamos de esta etapa llena de placer a otra de mucho displacer a la que llamamos divergencia, es aquí donde se dan las crisis más fuertes por las que pasa toda pareja y comprendimos que para superarla necesitaríamos mucho apoyo y cuidados especiales, es en esta etapa donde es importante tomar conciencia y control de una decisión que ambos harán para mantenerse a flote, amarse. 

La próxima etapa y última es esa que hemos denominado, convivencia, luego de un largo tiempo de ajustes y reajustes al parecer llega la paz y la calma a la vida de pareja. La etapa de convivencia no significa que se terminan los conflictos del diario vivir, pero si se entiende que es una fase de la vida de pareja donde se camina sobre terrenos más sólidos y  bien pavimentados. En la etapa anterior se viven los problemas de manera más intensa, en esta etapa la pareja siente más fortaleza para sobrellevar las cargas de la convivencia diaria.

La etapa de convivencia está asociada a la conquista de la vida, y es que llegar a ella es un verdadero logro, son muchísimas las parejas que nunca llegan a verla o experimentarla. Veamos algunos de sus premios para motivarnos mucho más a realizarla y saborearla:

1.- Se aprende a tolerar la existencia propia y la del otro, aunque nos parezca simple, aceptarse y tolerarse a sí mismo no es tarea  fácil, quien logra estar satisfecho consigo mismo tiene más de la mitad de juego ganado en este sentido. Amarse sin imponerse condiciones uno al otro será una primera clave para merecer esta etapa. Por supuesto que ese amor y tolerancia deben reflejarse y vivirse en el otro.

2.- Reconocemos las fallas y debilidades propias y de nuestra pareja. El auto-conocimiento y el conocimiento del otro nos hará más fácil la tarea de amarnos. En la medida que nos conocemos aprendemos a amarnos. Este es el momento de querer al otro por lo que es y no por lo que creíamos que era.

3.- Esta es una etapa donde la soledad tiene la oportunidad de ayudar a crear el amor y volver a crear pautas afectivas. En la etapa de divergencia fue precisamente ella quien  agrieto la relación, pues cada uno vivía un tanto egoísta y aislado, resolviendo y satisfaciendo sus necesidades individuales. En cambio la soledad que se presenta en la etapa de convivencia es diferente. Ella es mucho más madura, estable y con una serie de características comprensivas. Es muy probable que esta soledad producto de la edad y los cambios laborales, e incluso sociales, estimule una gran necesidad afectiva. Y es que la pareja comienza a sentirse vulnerable en su individualidad, carente de afecto y será preciso que aprenda a llenarse y a complementarse para la salud de ambos.


4.- Durante esta etapa suele ocurrir un fenómeno psicológico conocido como “nido vacío”, ya que los hijos se independizan afectiva, social y económicamente de sus padres y comienzan sus procesos familiares. Así que la pareja ahora tendrá como tema de unión los nietos, comenzarán a mostrar preocupación por intereses infantiles, o sea, por aquello que no hicieron con los hijos.

5.- El dialogo en esta etapa es ahora más profundo. Dialogar será una de las actividades que llenará de más satisfacción a la pareja que llega a la etapa de convivencia e incluso algunos estarán acompañados de silencios llenos de gran comprensión mutua.

6.- En esta etapa la relación se da para llenarse de paz y mucho amor en la compañía del otro.

La convivencia es un verdadero regalo para los seres que han tenido la entereza, la voluntad y la dedicación de conquistarla, es un pedacito de cielo en la tierra, es la cosecha abundante, después de tanta sequía y escasez, que al ser regada y abonada más tarde dió los frutos, no solo para la pareja, sino también para la sociedad, quien seguramente se beneficiará directa e indirectamente de ellos.



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