Desprenderse es clave para sentirnos satisfechos. Las aprehensiones y los apegos nos agotan y limitan nuestras posibilidades de realización.
Desprenderse y desaprender nos ayudan a crecer. Traemos con nosotros cargas pesadas y aprendizajes que nos llevan a la autodestrucción.
Vivir es una gran oportunidad para reencontrarnos con aquello que creímos perdido y hasta olvidado. Y es allí donde está la gran confusión.
Agregamos carga adicional que incluso no es necesaria.
¿Si vinimos a dejar partir y a desprendernos, qué sentido tiene añadir más peso?
Nos perdemos en nuestra búsqueda porque nos distraemos acumulando. Y lo que más acumulamos es miedo. Miedo a soltar lo que equivocadamente creemos nos pertenece y un profundo miedo a no ser amados. Y así pasamos gran parte de nuestra vida, intentando poseer lo efímero y buscando la aceptación ajena, como si eso nos dará el impulso final, para alcanzar la meta.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario