sábado, 5 de abril de 2014

Desprenderse, desaprender y amarse.

Desprenderse es clave para sentirnos satisfechos. Las aprehensiones y los apegos nos agotan y limitan nuestras posibilidades de realización. 

Desprenderse y desaprender nos ayudan a crecer. Traemos con nosotros cargas pesadas y aprendizajes que nos llevan a la autodestrucción.

 Vivir es una gran oportunidad para reencontrarnos con aquello que creímos perdido y hasta olvidado. Y es allí donde está la gran confusión.
Agregamos carga adicional que incluso no es necesaria. 

¿Si vinimos a dejar partir y a desprendernos, qué sentido tiene añadir más peso?  

Nos perdemos en nuestra búsqueda porque nos distraemos acumulando. Y lo que más acumulamos es miedo. Miedo a soltar lo que equivocadamente creemos nos pertenece y un profundo miedo a no ser amados. Y así pasamos gran parte de nuestra vida, intentando poseer lo efímero y buscando la aceptación ajena, como si eso nos dará el impulso final, para alcanzar la meta.

Ámate con fuerza absoluta e innegable.  Cuando aprendes a amar, entonces desaprendes el miedo y verlo partir te hará ligero. Si te amas te harás libre y ligero. Si te amas, te encuentras con aquello que creíste perdido y olvidado.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario