lunes, 21 de abril de 2014

La Represión Psicológica.

La represión psicológica es un mecanismo de defensa donde el individuo suele contener sus emociones para protegerse más inconsciente que conscientemente de una supuesta amenaza externa. Por ejemplo: evita mostrar su afecto por miedo a que el otro lo rechace. 

"La represión tiende a evitar el conflicto afuera transformándolo en un conflicto interno".

Y para no entrar en una lucha externa por miedo a no ser aprobado, entonces, inicias  batallas internas que te debilitan física y mentalmente. La represión continua te desgasta físicamente y le quita elasticidad a tu mente. La contención producida por la represión tiene un límite y ella suele reventar en somatizaciones o explosiones descontroladas del comportamiento. Acumular los contenidos emocionales no es nada beneficioso. Es menos difícil manejar  y dejar fluir una emoción a tiempo que irlas coleccionando y verlas tomar tanta fuerza que desembocará en una lucha desventajosa y sin tregua. 

Mientras más reprimido eres, más inflexible e intolerante te muestras contigo mismo y con otros. Reprimirse tiene una función protectora y defensiva. Es útil para cuando tus emociones se arrebatan y representan un peligro. Sin embargo, no estás diseñado para contenerte, por ello es que educarse en el autocontrol es todo un arte y un reto. Y aunque no estés diseñado para reprimirte, has aprendido que para mantener relaciones armoniosas necesitas equilibrar los impulsos y deseos.

 Reprimirte por largo tiempo o desbocarte sin medida, ni remedio, te hará pagar un alto precio.
Cuando te has reprimido por mucho tiempo  vas entorpeciendo tu expresión para mostrarte tal cual eres. Los seres humanos necesitamos de la expresión natural y espontánea de nuestros pensamientos y emociones, ese intercambio es saludable para todos.

Contenerse podría ser el mayor responsable de nuestro descontrol. Y es que es si lo natural es expresar lo antinatural es reprimirse y esto es lo que justamente desequilibra produciendo respuestas explosivas, descontextualizadas (fuera de lugar), desacertadas e inadaptadas.

Te invito a observar que expresiones emotivas rechazas o tratas de contener en otros, esto te dará una idea más clara de cuales son las que tú tiendes a reprimir o muy poco dejas salir. 


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