jueves, 10 de abril de 2014

Observaciones del comportamiento hipócrita.

La hipocresía es fingir aquello que no se siente, mostrarse de una manera contraria a lo que uno es. Ponerse una máscara para conseguir propósitos que creemos no lograríamos si nos mostráramos tal como somos.  El hipócrita suele perseguir fines muy egoístas.  Y tiende a asumir posiciones que le hacen resaltar por encima de los demás, por supuesto, todo a base de falsedad. 

La hipocresía suele esconder un sentimiento de incapacidad ya que el individuo consciente o inconscientemente  necesita mostrar lo que cree no poder sentir o lograr siendo él mismo. A esto se le une inevitablemente un sentimiento de  baja autoestima pues quien se reconoce y se valora por lo que es no necesita mostrarse de manera diferente.

 El hipócrita en algunos casos tenderá a buscar aprobación social en círculos a los que le gustaría pertenecer y a los que siente muy por encima de él. El hipócrita es adicto a adular porque no sabe valorar.  Es un personaje que no solo mentirá también provocará aversión por donde quiera que ha de pasar. No sabrá ser amigo ni tampoco valorará a quien le brinde su amistad, aunque con frecuencia aparenta ser sumamente social. 

El hipócrita carga un gran dolor consigo, no logra ser ni sentirse auténtico. No se vincula ni consigo mismo. Sufre en silencio su egoísmo enfermo que lo aturde sin remedio.  Él es la principal víctima  de su deformado comportamiento.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario