Cuando tienes la fortaleza de mostrar lo que realmente eres sueles ser el blanco de quienes se sienten torpes e incapaces de hacerlo. Expresar abiertamente dejándote al descubierto tiene su riesgo. Decir lo que sientes te deja vulnerable. Cuando dejas entre ver lo que sientes te conviertes en blanco fácil de quienes no saben lidiar con eso.
Se puede amar y ser mal interpretado...
Se puede querer y ser juzgado..
Se puede desear y ser condenado...
Expresar tiene un riesgo de alto precio que muy pocos están dispuestos a pagarlo. Expresarte te deja expuesto no hay manera de evitarlo, pero tu reconocimiento y autovaloración cumplirán una gran labor para lidiar con esa vulnerabilidad.
Quien posee menos autovaloración tendrá más dificultad para expresar, teme mostrar lo que es y se siente inseguro e insuficiente. No expresar a tiempo podría ser contraproducente cuando el propósito es darte a comprender. Expresar a tiempo y en el contexto adecuado será de gran valor en la comunicación. Ser tú mismo puede acarrearte "golpes", pero estos se convertirán en maravillosos aprendizajes, porque todos ellos solo te confirmarán y reforzarán lo que tú eres y vales. Conocerte es una excelente inversión para tus relaciones amorosas, sociales y hasta laborales.
Cuando te abres a mostrar lo que eres quedas expuesto, vulnerable, visible y para ello se necesita confianza, fortaleza y autovaloración. Ser lo que eres te da un halo de dignidad tan elevado que no te debería importar que otro no lo valore. Ser honesto, congruente e íntegro contigo mismo te da una fortaleza y valor innegable para mostrarte a otros sin ningún temor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario