viernes, 30 de mayo de 2014

Un acercamiento a nuestra sexualidad I

Energía que nos moviliza y guía aunque muchos anden a la deriva. Energía de creación e incluso de transformación. Ella mueve pero también paraliza o se desvirtúa cuando se le reprime y peor aún si se le castra.

Experimentarla en todas sus facetas no solo es fascinante también genera mucho aprendizaje y reconocimiento, sobre todo si se vive consciente (en el aquí y ahora).  Atender la demanda afectiva, corporal y hasta mental de la sexualidad contribuye al equilibrio y armonía de nuestra vida. 

La sexualidad es alimento vital desde que iniciamos la vida en el útero de la madre. Entendamos que ella no es solo lo corporal o genital. Ella va más allá, aunque creamos que el cuerpo y sus sensaciones acaparen la mayor parte de su realidad.  La sexualidad no se vive solo desde un punto de vista físico, también hay aspectos afectivos y  cognitivos. 

La expresión de la sexualidad va desde un abrazo, una mirada hasta la creación de una pintura o una composición musical. Es por eso que ella se vive y se desarrolla en varias facetas.  Así que todo aquello que nos moviliza es justamente causado por esa energía. Nuestros gustos, anhelos, pasiones van tomados de la mano con ella. 

Hoy me centraré en tocar el punto de cómo lo afectivo y cognitivo se desarrolla dentro de la faceta corporal y genital de la sexualidad. 

Empecemos por darle importancia a conocer y valorar el cuerpo. Sin duda que el diseño de éste  y todos sus sentidos están hechos para el placer y el disfrute. Observar, oler, escuchar, tocar, probar... Un diseño perfecto para explorar y conocer lo que está  en ti y fuera de ti. 

Viéndolo desde esta perspectiva necesitamos evaluar nuestros pensamientos con respecto a conocer nuestro cuerpo, si nos centráramos solo en lo genital, entonces, muchos asumirían que la masturbación es la mejor manera de comenzar a conocerlo y no digo que no lo sea, solo que se le puede agregar algo más, por ejemplo apreciar y valorar nuestro cuerpo que sin duda es casi perfecto. Amarlo y que te sientas muy a gusto con él en medio del placer de explorarlo para seguir conociéndolo, sin culpa ni asco ni remordimientos. Pregúntate: ¿qué piensas y qué sientes con respecto a tu cuerpo?

Pero que tal si nos vamos un poco más allá, el cuerpo está erotizado en casi todos sus rincones. Así que conocerlo por completo será una emocionante y larga tarea. Valorar todo lo que hay en él sin desvirtuar nada. Uno de los errores que se comete al explorar el cuerpo es ese empeño de centrarnos siempre en las mismas zonas, cuando la experiencia amatoria podría ser mucho más gratificante si se empezara por esas zonas que son menos usuales de explorar. Como por ejemplo el cuero cabelludo que con un sencillo masaje podría hacer disfrutar de sensaciones relajantes y hasta orgásmicas. 

Lo cierto es que el cuerpo da multiplicidad de opciones que se pueden ir explorando y conociendo para el disfrute propio y del otro. Cada uno es un mundo tan único y particular. Conocer tu cuerpo y sensaciones le hará el camino más fácil a tu amante y tu disfrute será mucho mayor. 

Otro aspecto no menos importante es la expresión afectiva esa que se trasmite a través de las miradas, caricias, besos, esa para la que casi siempre necesitarás de tibias palabras. Nos dice muy sabiamente Isabel Allende: "Para las mujeres el mejor afrodisiaco son las palabras, el punto g está en los oídos, el que busque más abajo está perdiendo el tiempo." 

Se ha descubierto que la respuesta sexual femenina se inicia con la desconexión de su cerebro.  Esto nos ayudará a comprender por qué una mujer posee una respuesta sexual mucho más compleja sobre todo al inicio y es muy posible que esa sea una de las razones por las que a ellas les agrada les hablen durante el sexo, pues esto las mantiene concentradas en el aquí y el ahora de la experiencia. 

A una mujer para que disfrute de una experiencia amatoria inolvidable se le prepara 48 horas antes y esto se hace de formas muy creativas y sencillas.  Gestos, mensajes, una buena conversación donde ambos sueltan sus tensiones del día, disfrutar de una bebida o comida, caminar tomados de la mano o cualquier otra que se te ocurra pueda ser del agrado tuyo y de tu pareja. La idea es compartir, relajarse y ser muy creativos en función de lo que ambos disfrutan, lo siguiente llega solo y sin ningún esfuerzo.   

La experiencia sexual para que sea más satisfactoria ocurre mucho antes en nuestros pensamientos, los juegos mentales que hace la pareja sirven como provocadores y desinhibidores para lograr un mejor desenlace y final. 



jueves, 29 de mayo de 2014

El desahogo como una experiencia saludable.

Desahogarse es liberar y expresar pensamientos y emociones contenidas. Aligerar una carga almacenada que pesa. Desocupar parte de ese espacio interno para generar algo de orden, salud y armonía en tu vida. 

El ser humano necesita desahogarse, la mayoría viven con gran anhelo de expresar eso que ronda su pensamiento o los sentimientos que se traban en el pecho y la garganta. Sin embargo, algunos guardan y guardan. Viven contenidos llenos de resentimiento y de ira, eso intoxica todo su cuerpo convirtiéndolo en enfermedad. Es saludable desahogarse, hablar, expresar de cualquier forma, pero expresar. 

 Investigadores Estadounidenses de la Universidad de Los Angeles han encontrado que expresar los sentimientos negativos ayuda a controlar las conductas o respuestas impulsivas. Es muy probable que la expresión de emociones te haga menos iracundo y más saludable. 

Ahora, qué será lo más beneficioso para desahogarnos y que ello represente una salida saludable, que genere tranquilidad y también aprendizaje. Cada uno tiene sus opciones dependiendo de su personalidad, recursos,necesidades y conveniencias. 

Optar por un psicoterapeuta es una buena elección cuando tu necesidad va más allá que solo ser escuchado por un buen amigo. Sin embargo, conseguir gente o amigos entrenados en escuchar con atención es bastante difícil. Con frecuencia no querer ser aconsejado o juzgado es uno de los frenos para querer desahogarse hablando con otro.  

Es importante saber escoger con quien desahogarse, sobre todo si lo que quieres expresar es algo que para ti es muy importante.  Puedes pedirle a la persona su silencio mientras hables y su discreción con la información que le compartirás. 

Si tienes habilidades o no con las artes estas son excelentes herramientas para expresarte. Escribir, hacer música, cantar, pintar, bailar o actuar son formas de expresión que también pueden beneficiarte en tu necesidad de desahogarte.  También ejercitarte es un buen intento (correr, artes marciales, boxeo, etc.) 

Hay actividades que tú mismo descubras sean efectivas y hasta fascinantes para desahogar tus sentimientos negativos. Muchas veces he hablado con el espejo o he tomado una imagen de la persona a la que necesito expresarle y le hablo. Más de una vez, durante una rutina de ejercicio, llegué a golpear un saco imaginando que era alguien con quien sentía alguna molestia. Llorar bajo la ducha es una experiencia que te deja muy relajado. Recuerdo una imagen de una publicidad de una marca deportiva donde una chica mientras corría iba dejando atrás todo lo que la agobiaba, eso también llegué a experimentarlo y en verdad me era muy efectivo. 

Un dato curioso con respecto a desahogarse a través del internet, es que al parecer no es tan efectivo como las actividades mencionadas anteriormente. Investigaciones indican que los usuarios sienten un desahogo en el momento pero sus sentimientos de ira continúan y no disminuyen. Y yo me atrevería a agregar que ventilar los sentimientos negativos por ejemplo en las redes sociales podría afectar tu vida de forma desfavorable. Porque aunque posteriormente borres, cualquier otra persona ha podido capturar la imagen  y quedará de cualquier manera registrada para ser utilizada con fines desconocidos. Muchas personas se ven envueltas en problemas hasta laborales y legales por precisamente "desahogarse". Así que a la hora de desahogarte será prudente escoger el medio que usarás y con el que mejor te sientas.

Mi recomendación personal es que tengas varias alternativas a la mano bien sea personas u actividades que de verdad te favorezcan en esta catarsis. 


martes, 27 de mayo de 2014

La tolerancia a la frustración.

La vida está mucho más llena de frustraciones que de logros fácilmente alcanzados. En el camino hacia el logro de metas siempre habrá frustraciones y fracasos. Saber enfrentarlos será finalmente nuestra gran victoria, porque de ello dependerá que persistamos hasta lograr nuestras metas y objetivos más anhelados. 

Todos nos vemos expuestos desde que nacemos a frustraciones. O sea  a momentos donde no podemos por circunstancias satisfacer nuestros deseos o necesidades. 
La frustración sobreviene cuando fracasas en la consecución o logro de una meta. 

Entrenarte para aprender a lidiar con la frustración será bien importante durante tu vida. Sin embargo es en la infancia donde se construyeron las bases para educarte en ello. Y si gustas, recuerda qué hacían los adultos cuando siendo niño no obtenías lo que querías. ¿Qué tan pronto acudían para satisfacer tus demandas? ¿Acaso fuiste un pequeño "bribón"  que todo lo conseguía sin esfuerzo? o por el contrario, ¿te tocaba esperar o incluso hacer algunos esfuerzos para conseguir uno que otro privilegio?

Preparar a los chicos a partir del primer año de vida en cuanto a tolerar la frustración no solo garantizará una mayor probabilidad para tener éxito no solo en el logro de sus metas, sino también en su salud mental. No desarrollar una alta tolerancia a la frustración aumentará las probabilidades, por ejemplo, de sufrir la depresión.  

 Muchos fracasos preceden al éxito, lo que se obtiene con más dificultad genera más habilidades para nuevos aprendizajes. Los más exitosos e incluso habilidosos están llenos en su pasado de muchos fracasos. A ellos los han construidos sus perdidas y frustraciones. 
El esfuerzo crea aprendizaje y el resultado de este puede o no conseguir el anhelo o meta. Sin embargo se desarrollarán habilidades en el intento y nuevas conexiones neurológicas que te harán mejor y te acercarán más a lo que quieres. 

jueves, 22 de mayo de 2014

El Divorcio ¿Cómo manejarlo?

Algunos le han llamado “un mal necesario” yo le llamaría una “muerte provocada”....

El divorcio es la culminación o disolución de los compromisos maritales, éste existe prácticamente desde que existe el matrimonio, sin embargo, cada día su frecuencia aumenta y los matrimonios son menos duraderos. Hoy las cifras nos dicen que de cada dos matrimonios uno termina en divorcio. Podríamos especular un poco y dar mención a algunas de sus posibles causas, pero mi objetivo hoy es educar a los lectores para que reconozcan el valor que tiene aprender a lidiar con este flagelo social, que se ha convertido en la segunda causa de mayor estrés en nuestra población. Dicho estrés no es sólo para la pareja también para quienes se ven directamente afectados por tal decisión (los hijos).

Generalmente cuando el divorcio ya está en puerta, los dos o uno de los dos ha perdido completamente la esperanza, la emoción, el entusiasmo e incluso el sentido de seguir compartiendo su vida con el otro. Ya para este nivel de la relación se encuentran vacios y  con insatisfacciones personales (muy probablemente) y maritales (muy seguramente). Se siente y se piensa que “ya no hay mas nada que hacer.”
Nadie ha dicho que tomar la decisión de divorciarse es fácil, muchas parejas pasan años bien sea evitando, ignorando, enfrentando e incluso hasta inconscientes del deterioro de la relación y cuando abren sus ojos ven con asombro e incredulidad lo que les está pasando. Muchos factores son tomados en cuenta para continuar con la vida matrimonial entre ellos mencionaré los más frecuentes:

-. Los bienes materiales y su división, en pocas palabras poder mantener el estandar de vida socio-económica y no perder la calidad de la misma.

-. Las presiones sociales, familiares e incluso religiosas.

-. Los hijos.

-. El temor a los grandes cambios que afectarán a todos.

Lamentablemente pocas veces es mantener vivo el alimento espiritual (la energía mágica) y emocional que un día los unió. Ya hemos dicho en otros artículos que amar es una decisión que debería ser tomada juntos para sobreponerse a todas las dificultades que surgirán inevitablemente en la vida de pareja y familia. Mantener viva la esperanza y el deseo de estar juntos es responsabilidad de ambos.

¿Qué hacer cuando la decisión de divorciarse es un hecho inminente?
Antes de abordar este tópico, quisiera aclarar a quienes viven o vivieron la experiencia de no ser ellos quienes tomaron la decisión de la separación, es decir, que la motivación surgió del otro(a). Comprendamos que resistirse, negarse u oponerse lo único que traerá a tu vida y a la de tus hijos será mas trauma, dolor y frustración. Resistirse prolongará la agonía de una muerte anunciada y provocada. Lo único que te dejará será un gran agotamiento físico y psicológico que seguramente tu cuerpo lo mostrará mas temprano que tarde. A demás que el efecto que ello tendrá sobre tu autovaloración será desgarrador.

Cuando el divorcio toca la puerta de la vida matrimonial o de pareja será necesario dialogar y si esto suena muy difícil es momento de buscar ayuda externa, la consejería matrimonial debería ser tomada antes de la decisión e incluso justo cuando ella está ocurriendo. Si alguno de los dos está recibiendo apoyo psicológico servirá de mucho aunque lo ideal sería que ambos lo hicieran aunque sea por separado. Los padres necesitarán dialogar lo que le dirán a sus hijos, pues lo ideal sería que lo hicieran juntos, ambos padres deben estar de acuerdo en las palabras que utilizarán para disminuir el estrés que provocarán en sus hijos.

Es muy importante comprender que por alguna razón los hijos siendo muy pequeños e incluso adolescentes tienden a sentirse culpables de la separación de sus padres, aclarar este punto será clave en esa primera conversación que tengan con ellos. Bajo ningún concepto utilicen expresiones o palabras que les hagan sentir responsables a los hijos del abandono de uno de sus progenitores. Por ejemplo: “es que tú te comportas mal y no obedeces  y por eso tu papá se fue”.

Las investigaciones demuestran que los niños se desarrollan mejor cuando los padres tienen la capacidad de cooperar para su bienestar, esto quiere decir que en la medida que ambos procuren acuerdos y acciones congruentes con el sentimiento de amor, los hijos podrán desarrollarse mas sanos y seguros psicológicamente hablando. No debería dejar de existir el afecto y el amor hacia ellos, ya que el divorcio es la disolución de los compromisos maritales, mas no parentales. Sin embargo, vemos que una gran mayoría de los hombres y algunas mujeres abandonan sus funciones paternas en cuanto sobreviene un divorcio. E incluso se observa con asombro como algunos hombres asumen a los hijos de sus nuevas  esposas o parejas como suyos y olvidan a los que realmente son su verdadera responsabilidad afectiva, educativa y económica. No crítico que asuman hijos nuevos solo que no descuiden a quienes son también su responsabilidad. Tus hijos no solo son tus hijos mientras estás casado(a).

No se les debe ocultar a los hijos la decisión de divorciarse o esperar mucho para conversarla, hacerle entender a ellos que el amor de ambos padres hacia ellos se mantendrá  intacto es algo que necesitan escuchar y que deberá ser repetido con frecuencia y demostrado también. Mantener la comunicación ya sea por vía telefónica o por visitas es vital para que los hijos se sientan queridos a pesar del dolor de no tener a sus padres juntos bajo el mismo techo. No niegues a tus hijos o pareja la visita o el contacto, esto además de  ser ilegal es un daño irreversible que haces a tus hijos. Utilizar el factor económico para hacer presión a un miembro de la pareja es inaceptable pues estarás afectando la calidad de vida de tus hijos.

Evita colocar a tus hijos en la posición de tener que parcializarse por uno de sus padres, hablarle mal o ponerle en contra del otro es sumamente perjudicial para su salud emocional. Muchos niños y adolescentes suelen sufrir de depresión y comportamientos agresivos producto del divorcio de sus padres. Necesitas escuchar a tus hijos y estar atento a sus sentimientos para que puedan expresarlos de manera saludable. Contar con los familiares (tíos , abuelos, primos, etc) que les amen será beneficioso. No utilices a tus hijos o les hagas creer a estos que tienen el poder de hacer que tu pareja regrese.

Procura no investigar a tu expareja a través de tus hijos, ni preguntarles cosas acerca de las nuevas rutinas, para este momento lo único que debe importarte es tu salud psicológica y la de tus hijos. Buscar ayuda para tí e incluso para tus hijos que les permitan dejar partir los sentimientos de dolor y frustración producto de la ruptura será beneficioso y ayudará a ver la experiencia desde una perspectiva más amplia y madura.

El divorcio no es una experiencia por la que queremos pasar, ni pensamos en ella cuando nos casamos o unimos a ese ser que un día consideramos podría estar con nosotros para el resto de nuestra vida, pero si las circunstancias y nuestras decisiones declaran lo contrario hagamos de ella una experiencia mucho menos dolorosa, dirigida a mantener por sobre todas las cosas la salud emocional de todos los miembros que se ven afectados por él.

miércoles, 21 de mayo de 2014

La etapa de convivencia

La etapa de convivencia no significa que se terminan los conflictos típicos del día a día, pero si es una fase donde se camina sobre terrenos más sólidos y pavimentados.

Hemos estado analizando y mirando de cerca el desarrollo evolutivo que vive una pareja para comprenderla y saber manejarla con mayor asertividad. Estudiamos una primera etapa llamada confluencia, donde entendimos que enamorarse no está bajo nuestro control y que habrá factores psicológicos y químicos que determinarán esta hermosa pero efímera etapa. Luego pasamos de esta etapa llena de placer a otra de mucho displacer a la que llamamos divergencia, es aquí donde se dan las crisis más fuertes por las que pasa toda pareja y comprendimos que para superarla necesitaríamos mucho apoyo y cuidados especiales, es en esta etapa donde es importante tomar conciencia y control de una decisión que ambos harán para mantenerse a flote, amarse. 

La próxima etapa y última es esa que hemos denominado, convivencia, luego de un largo tiempo de ajustes y reajustes al parecer llega la paz y la calma a la vida de pareja. La etapa de convivencia no significa que se terminan los conflictos del diario vivir, pero si se entiende que es una fase de la vida de pareja donde se camina sobre terrenos más sólidos y  bien pavimentados. En la etapa anterior se viven los problemas de manera más intensa, en esta etapa la pareja siente más fortaleza para sobrellevar las cargas de la convivencia diaria.

La etapa de convivencia está asociada a la conquista de la vida, y es que llegar a ella es un verdadero logro, son muchísimas las parejas que nunca llegan a verla o experimentarla. Veamos algunos de sus premios para motivarnos mucho más a realizarla y saborearla:

1.- Se aprende a tolerar la existencia propia y la del otro, aunque nos parezca simple, aceptarse y tolerarse a sí mismo no es tarea  fácil, quien logra estar satisfecho consigo mismo tiene más de la mitad de juego ganado en este sentido. Amarse sin imponerse condiciones uno al otro será una primera clave para merecer esta etapa. Por supuesto que ese amor y tolerancia deben reflejarse y vivirse en el otro.

2.- Reconocemos las fallas y debilidades propias y de nuestra pareja. El auto-conocimiento y el conocimiento del otro nos hará más fácil la tarea de amarnos. En la medida que nos conocemos aprendemos a amarnos. Este es el momento de querer al otro por lo que es y no por lo que creíamos que era.

3.- Esta es una etapa donde la soledad tiene la oportunidad de ayudar a crear el amor y volver a crear pautas afectivas. En la etapa de divergencia fue precisamente ella quien  agrieto la relación, pues cada uno vivía un tanto egoísta y aislado, resolviendo y satisfaciendo sus necesidades individuales. En cambio la soledad que se presenta en la etapa de convivencia es diferente. Ella es mucho más madura, estable y con una serie de características comprensivas. Es muy probable que esta soledad producto de la edad y los cambios laborales, e incluso sociales, estimule una gran necesidad afectiva. Y es que la pareja comienza a sentirse vulnerable en su individualidad, carente de afecto y será preciso que aprenda a llenarse y a complementarse para la salud de ambos.


4.- Durante esta etapa suele ocurrir un fenómeno psicológico conocido como “nido vacío”, ya que los hijos se independizan afectiva, social y económicamente de sus padres y comienzan sus procesos familiares. Así que la pareja ahora tendrá como tema de unión los nietos, comenzarán a mostrar preocupación por intereses infantiles, o sea, por aquello que no hicieron con los hijos.

5.- El dialogo en esta etapa es ahora más profundo. Dialogar será una de las actividades que llenará de más satisfacción a la pareja que llega a la etapa de convivencia e incluso algunos estarán acompañados de silencios llenos de gran comprensión mutua.

6.- En esta etapa la relación se da para llenarse de paz y mucho amor en la compañía del otro.

La convivencia es un verdadero regalo para los seres que han tenido la entereza, la voluntad y la dedicación de conquistarla, es un pedacito de cielo en la tierra, es la cosecha abundante, después de tanta sequía y escasez, que al ser regada y abonada más tarde dió los frutos, no solo para la pareja, sino también para la sociedad, quien seguramente se beneficiará directa e indirectamente de ellos.



martes, 20 de mayo de 2014

La Infidelidad.

La tan temida infidelidad y tan común en nuestros días. A todos les pasa menos a ti... tema típico de chistes, pero, a cuántos hace llorar y hasta matar. 

Avanzar en el ciclo de escritos sobre la vida de pareja y no detenerme justo en este tópico me haría sentir cobarde ante el hecho de no mostrar mi visión profesional y personal sobre un tema que considero controversial pero muy temido. Observo que generalmente en nuestra cultura quienes se atreven a gritarlo son sacerdotes, pastores de iglesias y muchos otros hombres y mujeres religiosos. Tema bien vinculado al “pecado” y  a la “tentación” de sucumbir ante él. Es fácil condenar cuando se trata de otros, hacer juicios y tirar piedras a quienes quedan completamente al descubierto. Pero ¿Quién de ellos se ha de detener para verlo más allá de una visión “religiosa”y “condenante”?

Existen otros que se lanzan al otro extremo, radicales como los primeros pero dando rienda suelta a sus instintos sin control, muchos de estos son autores intelectuales y ejecutores del desenfreno cultural y social vinculado al tema de la infidelidad, me refiero a los llamados “liberales”, quienes se autodenominan libres de hacer lo que quieran dejándose llevar por sus deseos. Pero, ¿Quién de ellos se pondrá en los zapatos de quienes sufren producto de ésta acción de supuesta “libertad”? La definición de infidelidad en el contexto de la vida de pareja es una violación del pacto de exclusividad que realizan ambos miembros de forma explícita o implícita. El respeto por mantener a salvo y seguro ese acuerdo compartido, no mentir, ni ocultar y sobre todo tener relaciones sexuales solo con la pareja que ya se ha elegido. Estas son algunas de las cosas que se esperan con la fidelidad mutua.

Los científicos e investigadores de la conducta humana se han estado ocupando del tema y nos han dado cifras de la infidelidad masculina y femenina, nos han explicado el comportamiento infiel en uno y otro, buscando razones biológicas, psicológicas y muy particulares en cada pareja y miembro que la conforma. En mi artículo mencionaré algunas de las causas y haré algunas reflexiones acerca de la infidelidad. Recordemos que un artículo anterior les mostraba que en la etapa de divergencia solía ocurrir dicha situación en uno o ambos cónyuges, y ya que las estadísticas son cada vez más altas abordar el tema es imprescindible. Se dice que el 60 % de los hombres son infieles y que entre un 40% y 50% las mujeres. Sacerdotes, psicólogos y confidentes en general sabemos que estas cifras son verdaderamente bajas con respecto a la realidad. Y también es bien conocido que la infidelidad femenina le llega muy de cerca a las elevadas cifras de la infidelidad masculina. 

Algunas de las posibles razones que te harían más propenso a ser infiel están asociadas a rasgos de personalidad  y  a circunstancias durante la vida de pareja, veamos :

1.- Cuando el código de ética personal de alguien no es muy estricto. 

2.- Aspectos de crianza asociados a la cultura (patrón machista por ejemplo).

3.- Cuando las necesidades afectivas y sexuales no son cubiertas en alguno de los cónyuges. Se descuidan las necesidades propias y del otro.

4.- Cuando la pareja deja de recibir ese baño químico que tanto hemos mencionado en artículos anteriores, muchas veces la pérdida de este placer, el enamoramiento y la pasión es  buscada de nuevo en otra relación.

5.- Alejarse emocionalmente y no procurar satisfacer las necesidades afectivas más básicas de uno y otro a través de la relación.

6.- Dejarse arrastrar por las rutinas y complicaciones propias de la vida familiar.  

7.- Hay estudios científicos que han querido demostrar que existen predisposiciones genéticas tanto para hombres y mujeres que los hace propensos a la infidelidad.

Habría que chequear si esas personas que suelen ser infieles, más que estar insatisfechas con el otro, lo que están es profundamente insatisfechas consigo mismas. Y andan buscando llenar esos vacíos en una u otra pareja sin ningún éxito. 

Muchas situaciones podrían utilizarse como justificación o razón para el comportamiento infiel, estudiarlo para conocerlo, comprenderlo e incluso manejarlo es importante para mantener a salvo muchas relaciones de pareja. Una de las mayores causales del divorcio o rupturas en las parejas están asociadas a la infidelidad. Muchos que me leen ahora saben que el ejercicio de la fidelidad no es nada fácil en la vida de pareja y que para evitarla es bueno tomar en cuenta algunas sugerencias. Pero antes de proseguir comprendamos por qué deberíamos evitarla. Si no nos basta comprender que es un camino fácil para  darle razón y oportunidad al divorcio, entendamos que el comportamiento infiel podría tener un efecto sumamente dañino sobre la estima de quien la sufre (el engañado) y que muchísimas veces el mal manejo de ésta daña profundamente la salud emocional de los hijos.

 Me ha sorprendido en mi práctica profesional ver como cantidad de padres (mujeres y hombres) involucran a sus hijos en sus problemas maritales y específícamente estos asociados a la infidelidad, hacen a sus hijos partidarios o enemigos para aliarse con uno e ir en contra del otro. Padres que confiesan a sus hijos el engaño sufrido y muchas veces hasta les hacen sentir culpables de semejante comportamiento que nada tiene que ver esencialmente con ellos. Muchos padres procuran utilizar a los hijos para traer de vuelta al carril a quien está siendo infiel. Esto realmente es una práctica de quien no se siente con suficientes recursos internos y sufre una baja impresionante de autovaloración.

Una vez descubierta la infidelidad no te queda mejor opción que afrontarla, busca ayuda profesional y apoyo emocional de quien te enseñará a valorarte, evita involucrar a otros miembros del grupo familiar pues entiende que es SOLO UN PROBLEMA DE PAREJA  y lo mejor es manejarlo con  gente calificada y objetiva frente al evento. Muchas parejas sobreviven a la infidelidad, otras sucumben, sobre todo cuando se ha hecho de manera repetida. Superar la infidelidad suele ir acompañado de una doble comprensión, la de tu falla y la del otro; además de construir un nuevo puente entre ambos para re-establecer la confianza y el respeto perdido. Si la decisión ha sido perdonar asúmelo con suficiente amor y evita estar recordándolo para no lastimar ni lastimarte.  Y si la decisión ha sido abandonar la relación, entonces maneja la situación lo menos dramáticamente posible, comprendiendo que no tienes menos valor por el hecho de haber sido engañado, y si ha elegido a otra pareja entiende que está en su libre decisión, para ello realmente se requiere de gran madurez emocional y reconocimiento de la valoración propia y del otro.

Personalmente puedo sugerirte que para evitar la infidelidad (lo cual no asegurará que no vayas a vivirla) es importante no exponerte a ser parte de ella, procura realizar el máximo de actividades acompañado de tu pareja, mantente atento a tus necesidades afectivas, sexuales, intelectuales, espirituales entre otras, sin olvidar o dejar de lado las de tu pareja. Mantener una comunicación efectiva y afectiva ayudará a mejorar tu calidad en la vida de pareja. Darle momentos cálidos e íntimos a toda relación es fundamental para estimular la decisión de amar y esta decisión seguramente va ir acompañada de un adecuado autocontrol tan necesario para mantenerte fiel. Recuerda que solo podrás controlar tu propia fidelidad, no generes una angustia innecesaria que solo acabará agotándote a ti, al otro y por ende a la relación.


lunes, 19 de mayo de 2014

Cuando los hijos llegan a la vida de pareja



La vida de pareja es un torbellino lleno de incalculables e imprescindibles aprendizajes que nos hacen reconocernos en el otro para hacernos cada día mejores. Un apartado especial quiero dedicar para mirar de cerca la tan variada vida de pareja, un esfuerzo adicional para comprender que el éxito de la vida familiar irá de la mano con el éxito y el desarrollo sano de la vida conyugal.


La vida de familia es sumamente importante, la crianza de los hijos, la búsqueda incesante para cubrir las necesidades materiales e incluso las rutinas propias del hogar van menguando la energía inicial que ambos se dedicaban.  Y  aunque los hijos no lleguen en mucho tiempo, igual la pareja pasa sus etapas y sus dificultades particulares que le harán crecer y madurar respectivamente.

Una pareja en sus inicios tiene gran necesidad de compartir, conocerse y compenetrarse. Son muchas las horas que suelen invertirse mientras se descubren con impetuosa magia. Esa necesidad de acercamiento para conocerse y experimentarse es lo que posteriormente la hará madurar y consolidar el deseo de mantenerse juntos para aventurarse a la consagrada vida de pareja. Estos primeros momentos y las motivaciones que los llevaron a vincularse deberían ser escritas y dejadas plasmada, pues con el pasar del tiempo muchas se quedan olvidadas y enterradas.

La crianza de los hijos y todas las rutinas asociadas al hogar y a la vida de familia agotan la energía que ambos se dedicaban, comprendo que no es tarea fácil esa de educar a los hijos, unos buenos padres dedicarán sus esfuerzos de manera conjunta, lo que hará más fácil que olviden sus necesidades particulares. Así que ese espacio que solían alimentar cuando se encontraban solos sabrá esperar, pero he allí uno de los grandes retos y riesgo que vive la relación de pareja cuando llegan los hijos.

Generalmente la mujer se entrega con más fuerza y devoción que el hombre en la tarea de la crianza, la naturaleza le hace llevar un embarazo por casi 40 semanas y luego al dar a luz, los cuidados y la alimentación son casi que actividad exclusiva de ella. Si el hombre no sabe integrarse de manera complementaria la crisis de pareja se desatará con rapidez y muy violentamente (mucho más en los actuales tiempos modernos). Quizá nuestras abuelas e incluso madres manejaron dicha crisis con mayor paciencia producto de la educación recibida donde lo natural era excluir al hombre de dichas responsabilidades. Sin embargo, los tiempos modernos se han encargado de transformar dicha cultura por el bien del desarrollo de la pareja y la familia. Así que nos enfrentamos a dos situaciones, la más grave, cuando el hombre no asume junto a su pareja la responsabilidad de la crianza. Y segundo, cuando la pareja que se aboca tanto a los hijos que olvidan las necesidades de la vida conyugal.  Ambas situaciones desatarán la crisis, una más temprano que la otra.

Por ello quiero presentarles algunas orientaciones para disminuir el desajuste que se produce en la relación de pareja cuando llegan los hijos.

  • El hombre necesita involucrarse en los cuidados de la futura madre, apoyarla con respecto a su salud física y emocional. Por ejemplo: acompañarla a sus evaluaciones médicas, conversar sobre sus expectativas y temores con respecto al nuevo cambio que está surgiendo entre ambos.
  • La madre debe hacer partícipe al padre para ayudarle a vincularse desde temprano con el bebé que está en camino. Muchas mujeres realmente aíslan a su compañero, una manera de empezarle a involucrar es el acercamiento físico para que él sienta al bebé y pueda comunicarse a través de las caricias o el lenguaje hablado.
  • La pareja no debe perder sus espacios de intimidad, ellos deben ser nutridos de alguna manera. Mientras más responsabilidades se tienen más difícil es lograrlo, pero deben ser sagrados y respetados aunque sean una vez por semana.
  • Cuando el bebé nazca jamás lo lleves a tu cama. Es un error que se suele cometer y que acarrea graves crisis en la relación de pareja por la dificultad de encontrar momentos de intimidad.
  • A veces los hijos pueden convertirse en los mayores enemigos de la relación, cuando se les permite abarcar un gran espacio de atención física y emocional (muchos padres llegan a sentir celos de sus hijos).
  • Amamantar es una gran experiencia emocional y espiritual para la madre y el niño (además de ser muy saludable), pero ella excluye demasiado al padre y las madres debemos cuidarnos de no generar dependencia y codependencia de esta experiencia.
  • Los padres deben conversar sobre las condiciones de la educación y crianza para llegar a algunos acuerdos e incluso antes de tener a sus pequeños.
  • Usar los recursos comunitarios o familiares para tener sus momentos de intimidad y privacidad.

Es importante mantener claro que el fin de la unión es el amor de la pareja. Y si llegasen los hijos, más que producir ruptura, deberían aumentar las razones para amarse.




viernes, 16 de mayo de 2014

Los Enemigos y el Gran Aliado del Amor

El amor tiene sus enemigos pero también su gran aliado. Te mencionaré un par de enemigos para que puedas  detectarlos y mantenerlos al margen. Y finalmente te hablaré de su más poderoso aliado. 

El egoísmo. 
Te comportas egoístamente cuando giras la relación en torno a ti, a tu necesidad, interés, ambición y valor; cuando trabajas en función de ti y no en función del encuentro de un nosotros. Cuando eres incapaz de posponer tu placer ante el bien de ese ser, cuando te cuesta conciliar el bien de uno y otro. Quienes manejan mucho egoísmo en su vida personal presentarán más dificultades en su interacción con los demás. 

Los juicios. 
Son un gran enemigo del amor, con ellos condenas, te alejas de la comprensión, haces tu propio patrón sobre el otro, le adjudicas etiquetas con las que a veces consciente e inconscientemente los alejas, evitando así la experiencia de la aceptación. Cuando enjuicias creas una barrera visible para evitar a toda costa la comprensión que se necesita para valorar y aceptar al otro. A veces crees que no enjuicias, pero si vieras tus gestos y lenguaje corporal cuando te comunicas con el otro entenderás mejor porque se alejan y pierden confianza. 

El Perdón
Dentro de sus aliados existe uno que tiene un poder sin igual, ese aliado es tan poderoso que se hace uno con el amor y no es visible a nuestro ojos cuando es uno el que actúa o es el otro. Ese aliado se llama perdón. El perdón es un don, un regalo extra para completar la experiencia del amor, cuando decides amar este regalo debe ir acompañando a tu voluntad y a tu deseo de ser mejor para el otro. Esta experiencia suele ser fácil cuando la decisión de amar viene bidireccionalmente, el problema se presenta cuando decidimos amar a quien no tiene conciencia del nosotros, es allí donde probablemente este don nos corone como amantes invencibles, que si saben lo que quieren cuando lo deciden. 

No dudes ni un momento que el rencor producto de la ausencia del perdón produce daño, no solo a la experiencia del amor, sino también a tu cuerpo y peor aún, a tu alma quien lo sufrirá llenándose de amargura y mucho dolor.  Nadie ha dicho que amar es una experiencia fácil, por eso te aseguro que no nace de la nada, nace de la voluntad de ser mejor,  porque cuando te amas a ti mismo a través de otros, descubres el poder que tienes sobre ti, más no sobre otros. Cuando nos cuesta perdonar no estamos siendo exigentes con nosotros, estamos siendo exigentes con los demás.

Entregate a la experiencia del amor, no temas a ser lastimado, cada herida será una demostración de que decidiste amar bajo voluntad y sin condición. Tu entrega nunca será en vano, tu entrega dará frutos, quizá algunos los veas y quizá otros no, de todas maneras a ti lo que te importa es ser cada día mejor. 


jueves, 15 de mayo de 2014

Reforzando las ideas del amor.

Cuando es el amor quien nos mueve, todo aquello que hace, alimenta, estimula y motiva a quienes lo reciben, pero realmente el mayor beneficiario y más estimulado siempre serás tú.


Amar es un ejercicio, le llamo ejercicio porque va acompañado de acciones concretas y tangibles que lo hacen posible, a demás de ser un acto de gran voluntad y que su puesta en práctica lo que hace es fortalecerlo. Si amar fuese un acto involuntario, ¿qué mérito tendría experimentarlo?. Es cierto que sentimos afinidades especiales con algunos seres, personas con las que nos vinculamos muy particularmente, gente que llega a nuestra vida de diferentes formas (amigos, hermanos, padre, hijo, esposo, novio u amante) y a quienes nos resulta “amar fácilmente”, lo coloco entre comillas porque la vida tarde o temprano nos dará la oportunidad de hacer de ese sentimiento un acto de completa voluntad, amarlo posteriormente será una decisión, posiblemente un acto de renuncia a nuestro placer para producir un bien hacia ese ser que un día sin aparente razón comenzamos a querer. 

Amar es una actitud de vida, son actos diarios que nacen de la voluntad y de la convicción de buscar por encima de todo el bien del ser amado. Muchas veces confundimos enamorarse con el amor, realmente enamorarse es un acto totalmente involuntario, básico e instintivo, del que se vale la naturaleza humana para  reproducir y mantener la especie. Enamorarse está asociado también a una afinidad única y especial que nos invita a vincularnos  y si no nos dejamos seducir solo por el derrame químico que ya sabemos es temporal no me cabe duda que es un buen comienzo para educar y alimentar el amor.

El amor que va acompañado de condiciones deja de ser inmediatamente amor, si amas condicionando al otro lo que estás buscando es tu propia complacencia y no el bien del otro. Comprender este principio es fundamental para iniciarte en el camino del amor. La aceptación es un componente de gran importancia, aceptar no significa estar de acuerdo, ni modificar tus propios valores, aceptar es respetar que el otro puede pensar, sentir y ser diferente que tú. Cuando comprendes el pensar, sentir y actuar del otro sin duda estás amando aunque no estés de acuerdo.

Para comprender necesitas conocer e incluso interesarte en el otro, auto-motivarte a descubrir lo que mueve y estimula a ese ser al que quieres amar. El tiempo y convivencia son claves para poner en ejercicio la experiencia del amor, por ello es que se te hace más difícil con aquellos que convives más de cerca, pero es precisamente con ellos con quien te toca entrenarte, ellos son tus maestros y tu mejor preparación. 





miércoles, 14 de mayo de 2014

Vida de Pareja: Etapa de Divergencia.

¿ A dónde fue a parar la magia?


“Y ahora es que me doy cuenta del defecto de su nariz y lo testarudo que puede ser...” despertando a la realidad luego de aquel sueño color de rosa.

En el artículo anterior mencionaba todo lo que suele suceder en el encuentro maravilloso con nuestra pareja, enamorarse es una extraordinaria experiencia y se da en la etapa que hemos de llamar “confluencia”, dicha etapa está asociada a la gestación de un ser humano, y está caracterizada por sensaciones que generan mucho placer y el torbellino químico que se vive en ella es uno de los primeros responsables de tan deliciosa experiencia. Ahora, ya sabemos que dicha etapa tiene su tiempo de vida al igual que el feto en el útero materno, así que tarde o temprano el gran baño químico comenzará a menguar y con ello se producirá un despertar a la realidad, la percepción se aclara y comenzamos a ver con mayor objetividad nuestro idilio amoroso. 

Esta nueva etapa que vivirá la pareja es llamada “divergencia” y la podríamos asociar al nacimiento de un bebé, es una etapa dura y de sobrevivencia, se dan cambios muy bruscos y para ello se necesita de un gran cuidado y protección para garantizar la vida y la salud del nuevo ser. Será la primera gran crisis en la vida de la pareja. Conocerla para saber cómo manejarla es mi propósito en este segundo artículo.

Como su nombre lo indica en esta etapa de la vida de pareja uno o ambos comenzarán a divergir, aparecerán los conflictos y diferencias entre cada uno. En esta etapa ya no se mostrarán tan complacientes, ni querrán estar tanto tiempo uno junto al otro. Comenzarán a reclamarse sus espacios y tiempo, cada quien empieza a sentir sus necesidades y gustos particulares y exigirán su cumplimiento. La culminación de la etapa de confluencia (enamoramiento) y el inicio de la etapa de divergencia representará una crisis, pues dejar atrás ese estado placentero producto del baño químico y la energía inicial por el encuentro, no es fácil para ninguno en la relación de pareja. Y al igual que al nuevo ser que nace esto le generará angustia y una necesidad de cuidados especiales para vivir. Esto es clave para lo que será el manejo de esta etapa en la que se requiere mucho trabajo y apoyo.

La pareja pasará de un estado de placer a uno de displacer, la crisis no se hará esperar y llega de maneras muy distintas para cada pareja. Mencionaré algunos de los principales problemas que se presentan: 

  • En una pareja es muy probable que uno de los dos sea más dominante que el otro, uno de ellos busca controlar la vida del otro, así que el que ha estado bajo dominio comenzará a revelarse y a reclamar su autonomía.
  • En otras parejas ocurre, que uno de los dos siente que es “mejor” o “vale más” que el otro, así que el que se ha sentido disminuido comenzará a exigir igualdad.
  • Uno de los problemas frecuentes es el económico, el dinero, su origen y uso generará conflictos serios, si uno de los miembros gana más dinero que el otro y es quien controla los gastos de la familia, el que casi no genera ingresos de dinero se sentirá de a menos, esto podría generar en un complejo de inferioridad. Suele suceder mucho cuando es la mujer quien gana más, aunque lo contrario también podría ocurrir.
  • Si las diferencias intelectuales son muy obvias, generalmente quien tiene más habilidades procurará asumir que todo cuanto hace es correcto y manipulará al otro que muestra menos ventajas de este tipo.
  • Las diferencias culturales o de familia provocarán choques entre la pareja. Cada uno viene con patrones educativos diferentes, formas de relacionarse diferente y eso en su momento producirá
  • sus peleas ya que cada uno mantiene su patrón sin ceder al del otro. Lo observamos cuando uno de ellos es muy apegado a su familia materna y el otro no. Uno de ellos se mantiene aferrado al cordón umbilical y el otro se resiste a ello exigiendo su espacio y tiempo en particular.
  • La llegada de los hijos también suele ocurrir durante esta etapa e incluso apresurarla si no se ha manifestado. Tener un hijo podría convertirse en una de las causas de mayor conflicto en un pareja si no está preparada. Los hijos son una bendición pero si la pareja no está madura para ello dicha situación podría convertirse en un verdadero hervidero de conflictos.
  • Otro conflicto frecuente y no menos importante aunque lo mencione al final son las relaciones sexuales que suelen ocurrir con menos frecuencia y pasión. La rutina, las obligaciones económicas, domésticas y laborales generan un stress incompatible con el disfrute y el deseo sexual.
  • El incumplimiento de las responsabilidades paternales suele ser otro factor que genera fisuras en la relación de pareja.

He mencionado algunos de los motivos más frecuentes de discusiones y fisuras en la vida de pareja, específicamente en esta etapa que llamamos divergencia. Surgirán conflictos producto de la crisis de adaptación a la nueva vida, muchos no resisten esta etapa y extrañan aquel inicio romántico y lleno de sensaciones placenteras que los hacían flotar y ver todo color rosa. Es muy frecuente que en esta etapa crítica ocurra la tan temida infidelidad por uno o ambos integrantes de la pareja, ya que al extrañar el placer de la vida intrauterina quieren recrear de nuevo tan agradable momento, y buscan iniciar una nueva relación para darse un “alivio”. Por supuesto dado que la primera etapa es transitoria pasarán con su nueva pareja del placer al displacer, muchos al sufrir la experiencia de nuevo buscan regresar a la vida matrimonial con su antigua pareja, pero otros se ven tan involucrados con su nueva relación que toman decisiones más drásticas y deciden unirse definitivamente a esa nueva pareja y divorciarse de la primera. 

Es interesante revisar que algunas personas viven una constante búsqueda de pareja esperando que la etapa de confluencia nunca pase, así estarán continuamente empezando nuevas relaciones, dichas personas no han madurado lo suficiente para enfrentar y trascender las crisis (etapa de divergencia) por las que suelen pasar durante el desarrollo de la vida de pareja.

¿Qué nos ayudará a superar la etapa de divergencia? Personalmente pienso que la clave está justamente en lo que hacen los padres con su nuevo ser, protegerlo y llenar sus necesidades básicas y afectivas. Comprendamos que la vida de pareja es sumamente compleja y diversa, tener apoyo será clave, unos buenos consejeros a la mano (bien sean profesionales, espirituales e incluso amigos experimentados, etc.). Considero que la pareja que se aísla y cree resolverlo todo por su cuenta pierde grandes oportunidades de crecimiento, buscar apoyo de grupos de pareja sería un buen acompañante en esta difícil etapa. No debemos esperar a que el problema o la crisis se maximice, mientras más temprano lo hagamos mejor para todos. Es en esta etapa donde el amor comenzará a dar sus flores, si la relación se abona prudentemente y es regada con agua afectiva, veremos que ese amor dará sus primeros brotes. Por el contrario si nos negamos a trabajar sobre ella, lamentablemente la veremos morir, sin antes haber visto florecerla y muchos menos probar fruto. 

Este parece ser un difícil momento pero es el indicado para tomar la decisión de amar o no. Enamorarse fue involuntario, no lo controlaste, mas este momento está completamente en manos de ustedes, bajo su control y voluntad. Es allí donde veo la magia de esta etapa, me veo creciendo como ser, tomando decisiones y haciéndome cargo de lo que quiero y si esa decisión coincide con la del otro y la decisión mutua es amar se le dará una gran bienvenida a una tercera etapa que llamaremos “convivencia”.

martes, 13 de mayo de 2014

La pareja...Un maravilloso encuentro.

“...El cielo y el infierno, el aire y el fuego y ahora tú y yo...” Las polaridades como símbolo de atracción y de inevitable unión para engendrar equilibrio y aprendizaje. 

La vida de pareja es una experiencia única, que nos ayuda a mirarnos de cerca, a crear lo no conocido, a comprobar lo hipotético, a sublimar la realidad y a tocar fondo cuando nos pone a volar. Me es difícil recorrer el tema y no dejar que decenas de sentimientos y recuerdos se mezclen para quizá ponerme en sintonía con todos aquellos que buscan y buscan pareja sin lograr encontrar o para ponerme también en sintonía con los que están seguros que la han hallado y no vacilan jamás. 

Comenzaré un ciclo de escritos para reflexionar sobre la vida de pareja, hoy miraremos de cerca ese inmaculado inicio que todos recordamos con gran emoción o incluso algo de incredulidad o dolor  dependiendo de la experiencia que nos ha dejado. El encuentro mágico, el enigma de por qué con él o ella y no con otro u otra, ver tu existencia a través del otro, sentir que cuando estamos juntos un algo en  nosotros se completa, así es estar enamorado. Y es así que la gran mayoría de las parejas de nuestra cultura dan inicio a la unión o a la vida de pareja. Aquí les dejo una introducción al tema. 

Vamos a darle algo de biológico a este tema tan emotivo, para que podamos comprender el origen de dichos sentimientos y hacerlos pisar tierra. 

"Tal como explica la American Physiological Society en un comunicado, el estudio ha analizado las respuestas del cerebro de 17 hombres y mujeres jóvenes que se describían como loca y recientemente enamorados. Los resultados se han divulgado en el Journal of Neurophysiology.


Este estudio, que libera de todo romanticismo al amor limitándolo a impulsos eléctricos, señala a demás que el estado inicial del enamoramiento tiene más que ver con la motivación, el beneficio y otros aspectos causales del comportamiento humano, que con las emociones o con la atracción sexual. Según los investigadores, podríamos parecernos más de lo que creemos a otros mamíferos, puesto que en la elección de nuestras parejas a través del enamoramiento inicial, se ponen en marcha respuestas cerebrales similares a las de los animales, y el fin es instintivo: buscar la continuación de la especie a través de la transferencia genética. 

Una de las autoras del estudio, Lucy L. Brown, del Albert Einstein College of Medicine de Estados Unidos, señala que los humanos estamos construidos para experimentar sentimientos mágicos como el del amor, y que la investigación realizada ayuda a explicar por qué lo hacemos.


La mayoría de los participantes en el estudio mostraban claras respuestas emocionales, aunque no se ha descubierto un patrón emocional consistente, sino sólo mucha actividad en las regiones cerebrales relacionadas con la motivación y la consecución de un beneficio. Según los investigadores, esta es la primera recopilación de datos que confirman una relación entre el amor romántico y las redes cerebrales. 

Desde este punto de vista, se podría describir por tanto el amor como una motivación o una orientación hacia una situación que se convierte en un objetivo y que provoca varias emociones específicas, como la euforia o la ansiedad. De esta forma, se entendería por qué los amantes muestran la necesidad imperativa de conseguir a su amado o amada y tienden a proteger sus relaciones".

“¿Por qué nos enamoramos de una determinada persona y no de otra? Innumerables investigaciones psicológicas demuestran lo decisivo de los recuerdos infantiles -conscientes e inconscientes-. La llamada teoría de la correspondencia puede resumirse en la frase: "cada cual busca la pareja que cree merecer".

Parece ser que antes de que una persona se fije en otra ya ha construido un mapa mental, un molde completo de circuitos cerebrales que determinan lo que le hará enamorarse de una persona y no de otra. El sexólogo John Money considera que los niños desarrollan esos mapas entre los 5 y 8 años de edad como resultado de asociaciones con miembros de su familia, con amigos, con experiencias y hechos fortuitos. Así pues antes de que el verdadero amor llame a nuestra puerta el sujeto ya ha elaborado los rasgos esenciales de la persona ideal a quien amar.

La química del amor es una expresión acertada. En la cascada de reacciones emocionales hay electricidad (descargas neuronales) y hay química (hormonas y otras sustancias que participan). Ellas son las que hacen que una pasión amorosa descontrole nuestra vida y ellas son las que explican buena parte de los signos del enamoramiento. 

Cuando encontramos a la persona deseada se dispara la señal de alarma, nuestro organismo entra entonces en ebullición. A través del sistema nervioso el hipotálamo envía mensajes a las diferentes glándulas del cuerpo ordenando a las glándulas suprarrenales que aumenten inmediatamente la producción de adrenalina y noradrenalina (neurotransmisores que comunican entre sí a las células nerviosas).  

El verdadero enamoramiento parece ser que sobreviene cuando se produce en el cerebro la FENILETILAMINA, compuesto orgánico de la familia de las anfetaminas

Al inundarse el cerebro de esta sustancia, éste responde mediante la secreción de dopamina (neurotransmisor responsable de los mecanismos de refuerzo del cerebro, es decir, de la capacidad de desear algo y de repetir un comportamiento que proporciona placer), norepinefrina y oxiticina (además de estimular las contracciones uterinas para el parto y hacer brotar la leche, parece ser además un mensajero químico del deseo sexual), y comienza el trabajo de los neurotransmisores que dan lugar a los arrebatos sentimentales, en síntesis: se está enamorado. Estos compuestos combinados hacen que los enamorados puedan permanecer horas haciendo el amor y noches enteras conversando, sin sensación alguna de cansancio o sueño. 

El affair de la feniletilamina con el amor se inició con la teoría propuesta por los médicos Donald F. Klein y Michael Lebowitz del Instituto Psiquiátrico de Nueva York, que sugirieron que el cerebro de una persona enamorada contenía grandes cantidades de feniletilamina y que sería la responsable de las sensaciones y modificaciones fisiológicas que experimentamos cuando estamos enamorados. 

Sospecharon de su existencia mientras realizaban un estudio con pacientes aquejados "de mal de amor", una depresión psíquica causada por una desilusión amorosa. Les llamó la atención la compulsiva tendencia de estas personas a devorar grandes cantidades de chocolate, un alimento especialmente rico en feniletilamina por lo que dedujeron que su adicción debía ser una especie de automedicación para combatir el síndrome de abstinencia causado por la falta de esa sustancia. Según su hipótesis el, por ellos llamado, centro de placer del cerebro comienza a producir feniletilamina a gran escala y así es como perdemos la cabeza, vemos el mundo de color de rosa y nos sentimos flotando.” (Tomado de El rincón de la ciencia. La química del amor por Francisco Muñoz.). 

Es importantísimo que conozcamos estos orígenes pues ello nos permitirá comprender que la vida de pareja tiene sus fases bien definidas y que cada una de ellas nace y se transforma. Esta primera fase que surge con el enamoramiento es llamada “Confluencia”. 
Muchos estudiosos quizá los más optimistas dicen que esta etapa dura entre dos y tres años, pero hay algunos que se atreven a asegurar que menos de un año, así que con este pronóstico no nos debe entonces extrañar la cantidades de rupturas e incluso divorcios en nuestra sociedad. Hemos equivocadamente asociado el enamoramiento con la vivencia del amor, esto es básicamente lo que quiero aclarar para que a partir de ahora podamos comprender la verdadera naturaleza del amor. Entendamos entonces que ese explosivo sentimiento cargado de impulsos eléctricos y muchas sustancias químicas, es poco controlable por ello es que muchos sienten que los devora y los hace comportarse y sentir cosas que usualmente no ocurrirían. Pero  la vivencia del Amor será sin duda una gran decisión que muy probablemente no nos dope ni nos ponga a volar, pero si nos alimente y nos  haga crecer para ser cada día mejor y capaces de superar la tan compleja vida de pareja.