sábado, 11 de octubre de 2014

¿Estar solo o sentirse solo? Acerca de la Soledad.



La soledad es básicamente carencia de compañía, falta de contacto con otros.  Ésta puede producirse voluntaria o involuntariamente. La soledad podría  convertirse en un excelente recurso para encontrarse y reconectarse consigo mismo, sin embargo, la sensación de sentirse solo aún teniendo compañía suele ser una experiencia que genera un profundo vacío. 

La sensación de soledad generalmente viene acompañada con un sentimiento de agobio y la certeza de no tener a nadie, a demás de inducir la percepción de estar separados y no pertenecer. Sentirse solo puede convertirse en una experiencia desgarradora para el alma. Hay días donde hasta el sol pareciera no brillar, pero es una circunstancia, no una verdad. 

La soledad termina siendo más una sensación que una realidad. "Sentirse solo sin estar solo"; sin embargo, es prácticamente imposible estar solo, pero es muy común y frecuente sentirse solo.

La sensación de sentirse solo viene acompañada de un bullicio de pensamientos sórdidos que nos hunden, y peor aún, nos separan, te remite a un aislamiento, es como caer a un vacío de puro lamento. Es el castigo más agobiante que usa tu ego para que te pienses separado. 
Estar solo es un buen ejercicio para encontrarte, pero sentirte solo te hace huir de lo esencial, de lo más importante. 

La sensación de la soledad es una alarma, se hace asfixiante para que instintivamente busques tu origen vinculante, para que te afilies, te reconectes y reencuentres contigo mismo y con otros. 

Comprender que venimos de una fusión y hacia una fusión vamos es importante para aceptar nuestra naturaleza vinculante. Somos interdependientes, nos necesitamos unos a otros. "No naciste solo". Naciste en un mundo al que le urge vincularse, fusionarse, en palabras más sencillas y claras, amarse