sábado, 13 de agosto de 2016

Un hijo...

Prepara a tus hijos para que no te necesiten. Dale recursos emocionales para que se auto-descubran y sepan de lo que pueden ser capaces.

Los hijos que la vida te ha concedido no son tu propiedad, ellos no son cosas que te pertenecen, pero es tu responsabilidad hacerlos libre.

Un hijo es otra oportunidad de creer en un mundo mejor, un hijo es aroma de esperanza...es la herencia o la deuda que dejas al planeta.

Un hijo educado en el amor es un recurso insustituible para movilizar positivamente el planeta que se nos ofreció.

Un hijo es un arma de doble filo...de ti depende que filo utilice. Dedica tiempo y energía para educarlo.

Ama a tu hijo en la acción, deja que se exprese y se muestre con la misma devoción que tú sembraste en su corazón.

Un hijo es huella perenne. Un hijo es el aliento de un ángel. Un hijo es un texto lleno de retos y sueños realizables.

Un hijo también te educa. Un hijo tiene la fuerza potencial para indicarte en algún momento tu error y entonces puedas rectificarte.

Ser padre es una tarea donde serás maestro de los discípulos que mas temprano que tarde han de superarte.

Un padre puede dar su tarea concluida cuando el hijo sabe superarlo y aún le respeta con amor y gran admiración.

jueves, 5 de mayo de 2016

A cuenta gotas... Parte II

Tanto tiempo buscándote en lo deseado, feliz por tu llegada y adolorida por la partida, así por mucho tiempo creí y viví,
cuando la verdad es que hay una fuente ilimitada y abundante dentro de mí.  

Hoy después de algunos años me reconecto con ella y por fin nada ni nadie la mueve o motiva, es fascinantemente fluida, tan hermosamente sensual en su soledad, repleta de vacío, increíblemente flexible apacible y feliz. 

No hay manera de no sonreír, es incontrolable 
Sin duda, vale la pena vivir...

Nada tangible ni visible ni oloroso me lleva hasta ti, no hay pasión que me arrastre fuera de mí, es un vacío tan libre, sin comentarios ni juicios, sin culpa ni miedo a sentir. 

Puedo amar sin distinguir, sin hacer diferencias o poniendo nombres, sexo o etiquetas. 

Se desprende el velo descubriendo el rostro que alguna vez las divinas circunstancias dibujaron en mí. 
Será fácil acostumbrarse a vivir así...


domingo, 17 de abril de 2016

A cuenta gotas... Parte 1

Te amé dormida, pero también te amé atenta y presente. 
Recuerdo cuando la alegría de reconocerte anclaba mi vida sin precedente. 

No llegué nunca a tu vida, aunque al parecer hubo despedida. 
No te inquietes, no era importante ni que llegará ni que me fuese. 
Yo justifico y agradezco tu silencio, aunque me duele. 

¿Recuerdas cuando mis ojos se inundaban de amor? 
Quizá no...
Quizá lo que más recuerdes sean las lágrimas que mi vida despilfarró, 
Aquellas que incomodaban tu frialdad y humedecían la indiferencia que te caracteriza. 

No supe cómo conducir el amor que por mi sangre corría, no supe detenerlo a tiempo y entonces se desbocó por aquel precipicio donde alucinante creía te encontrabas vos. 














 

jueves, 24 de marzo de 2016

MI DIARIO. Meditación #13

La madurez espiritual es ese proceso que comienza cuando una persona acepta que está en crecimiento y conscientemente procura éste. 
Promover tu crecimiento, exponerte para crecer, trabajar en él con el propósito de superarte a ti mismo. 

Es un trabajo bastante personal e íntimo, pero sin nada de egoísmo. En pocas palabras, asumiendo que no se es el centro, pero si parte esencial del TODO. 

Crecer espiritualmente no es una carrera contra nadie, por lo tanto, no son necesarias las comparaciones y tampoco hay ganadores ni perdedores. Tampoco habrá quien sea más importante que el otro, cada parte tiene su relevancia. 

Eso es fácil de comprender si realmente asumimos que no estamos aislados o separados y que somos parte del TODO. 

Imagina un cuerpo (un sistema) que funciona gracias a la cooperación de muchos órganos y de repente el corazón o cualquier otro órgano  diga que trabajará para sí solo (eso tendría poco sentido lógico y funcional) ninguno podría sobrevivir ni cumplir su función si no es sustentado por todo lo que forma el sistema. 

En mi manera de entender la vida comprendo que no soy el centro y que no busco mi superación o el cumplimiento de mi propósito para mantenerme o sostenerme a mí misma. Reconozco profundamente que soy parte de ese todo y que el trabajo por madurar espiritualmente es valioso no solo para mí, lo que hago, pienso o siento afecta a un sistema, a un todo. 

El proceso de maduración espiritual no tiene un atajo y suele ser lento porque prácticamente no nos educan para ello. 

Qué padre o maestro le pide a sus hijos o discípulos detente, deja la prisa, respira, escucha y está atento a tu cuerpo, observa el fluir de tus pensamientos, percibe lo fluctuante de tus emociones y luego decide cómo actuar, qué hacer. 

La mayoría de nuestros guías sugerirán un camino, y lo más seguro es que si no lo sigues dirán que eres "desobediente", "rebelde", de poca fe, etc. 

Yo no creo en la obediencia a ciegas y así estamos casi todos. Dormidos, ciegos, desatentos, en desconocimiento de nuestra naturaleza interna, inconscientes, en pocas palabras, sufriendo...

Y es que cualquier pendejada nos agobía:

"No tengo dinero para viajar o comprar un par de zapatos marrones"
"Mi jefe me mira feo, parece que me discrimina" 
"Tengo mucho que limpiar, que horror pasar el día lavando platos" 
"Mi esposo tiene otra."
"Mi hijo se porta mal en la escuela."
"¡Que terrible! Mi carrito tan viejo y ni pan puedo hoy comprar" 

Y paremos de contar, son demasiadas y sería una gran pendejada seguir escribiéndolas. 
Cada uno conoce sus propias pendejadas...

Si iniciáramos nuestro proceso de maduración espiritual seríamos muy obedientes a nuestra voz interior. No a esa que nos fabricaron en casa o en la sociedad. 

 Esa voz de la que hablo es tan única, tan personal, solo tú puedes descubrirla, develarla, desempolvarla; porque ha estado allí, pero desde muy chicos no las callan. 

Tu función, tu propósito está en tu fuero interno y allí arde y dicta sus directrices. 

Quizá por ello es que algunos hablan tanto del silencio y de lo importante que es callar esas voces que no nos pertenecen y que lo que hacen es desvirtuar nuestra naturaleza, confundirnos, enfermarnos y desviarnos del camino. 

Ahora, ¿Cómo sabes que no te pertenecen? 
Porque  sufres y vives en drama cuando las escuchas o las sigues. 


lunes, 21 de marzo de 2016

MI DIARIO. Meditación #12

La mayor tentación y en la que caemos con más frecuencia es postergar, dejar para después y ese "después" suele no llegar. 

Somos expertos en comprometernos en decenas y decenas de asuntos para no responder a la mayoría de ellos. 

Nos comprometemos energéticamente a tanto y luego no sabemos el porqué ni siquiera nos detenemos a preguntarnos:
¿Por qué voy tan aprisa?
¿Por qué voy hacia un propósito y termino haciendo otro o nada? 
¿Por qué casi todo lo que quiero iniciar se estanca? 
¿Por qué me siento tan cansado? 

Nos comprometemos como robots de forma automática, sin consciencia de lo que eso implica en nuestras vidas y en la de otros. Y luego cuando estamos hasta el cuello ya casi ahogados, preguntamos o decimos: 

"¿Qué hago aquí?"
"Esto que hago no me gusta"
"Esto no es lo que yo quería" 
"Esto no es lo que yo imaginaba"

A veces nos llenamos de tantos compromisos "pequeños" que parecieran "poco importantes", pero nuestro cerebro los va almacenando y si no les damos respuesta van generando un espacio que nos consume, nos cansa, nos pesa. 
Se genera un estrés que nos hace ir muy aprisa sin ni siquiera reconocer su causa. 

Lo más absurdo de todo esto es  que creemos que por ir a prisa somos más productivos, cuando la verdad es que somos mucho más ineficientes e improductivos. 

Si nos damos el permiso de detenernos en cada cosa que nos hemos prometido hacer o hemos prometido a otros, nos asombraríamos no solo por lo mucho que lo hacemos, sino por lo poco que cumplimos. 

Esos pequeños compromisos tales como:
-Leer un capítulo diario de un libro. 
-Una invitación pendiente con un amigo para tratar un asunto personal. 
-Limpiar un archivo con viejos papeles. 
-Llevar un recado. 
-Una llamada telefónica que devolver, etc...

Como nos parecen "poco importantes" entonces vamos posponiendo y así se van acumulando y generando un espacio considerablemente valioso en nuestro cerebro. Es allí cuando solemos decir y convertir en frase célebre de nuestra vida el  "NO TENGO TIEMPO". 

Ese "NO TENGO TIEMPO" es en pocas palabras, TENSIÓN, por justamente andar en automático, desatento y desenfocado.

Y la pregunta maliciosa para mí y para ustedes es: 

¿Y si así somos en lo pequeño, en lo fácil y rápido de ejecutar?  
¿Qué nos queda para lo más grande, para esas responsabilidades a las que les decimos que si y son de envergadura?  
Por ejemplo:
-Edificar una familia. 
-Mantener y alimentar el amor en una   relación  de pareja. 
-Trabajar internamente para mejorar. 
-El compromiso ciudadano, político o social. 
-El cuidado de la Salud. 
-EL PROPÓSITO DE VIDA. 

Cada día de nuestra vida somos tentados a dejar de lado nuestros pequeños y grandes propósitos, pero esa tentación es una oportunidad de crecer.  

El trabajo importante aquí es mantenernos atentos en cada cosa que nos comprometemos. Si llega el impulso de hacerlo, detenernos y reflexionar si realmente eso es lo que quiero. 

Si ya estamos comprometidos, entonces, es buen momento de hacer una lista diaria, semanal o mensual de asuntos pendientes e ir marcando o sacando cada uno de los que vamos logrando. 

Es asombroso como en la medida que vas logrando cumplir esos pequeños propósitos vas cargándote de una energía física e interna fabulosa, que te empuja a seguir cumpliendo, cerrando, finalizando cada asunto pendiente. 

Lo más complicado en esto es cuando nos autoengañamos, y sin cumplir con lo pasado creemos que "asumimos con responsabilidad" cualquier asunto en el presente. 
Ojo amigo: 
LO QUE ESTÁ PENDIENTE, PENDIENTE QUEDA.  
Ahora, tenemos la opción de sincerarnos y decidir sacar de nuestra lista aquellas cosas con las que realmente sabemos no queremos o no podemos comprometernos en el presente. 

Cuando nos fortalecemos en lo pequeño nos adentramos a un mundo medio saboreado, pero muy poco conocido entre nosotros: EL COMPROMISO CONSCIENTE. 

El cumplimiento de los "pequeños" compromisos, esos que creemos "poco importantes", nos revela que en nosotros hay una atención más sostenida y desarrollada. 

Estate atento en lo pequeño, en lo simple, así estarás despierto para el logro o la superación de lo más complejo, de lo grande. 

Enfócate y que cada asunto "poco importante" en el que te comprometas esté asociado directa o indirectamente a tus grandes propósitos. 



   


viernes, 18 de marzo de 2016

Ya son 21 años...

Con cuantas ansias e ilusión te esperé, 
cuántos dibujos diseñé...
Supe tu nombre y tu sexo mucho antes de aquel mágico anuncio donde te hiciste reconocer. 
Y aunque no lo recuerdes estás en mi vida desde mis 21 años, y encarnaste tres años después. 

Me has acompañado desde aquel entonces, y hasta tu padre biológico me llevaste.
 Nos elegiste, fuimos tu canal y nunca dude ni me resistí a tu elección. Le dije SI a tu presencia energética, a tu extraña forma de cobijo y protección. 

Recuerdo aquella luz de color celeste que en aquella casita de montaña se encendió,
cuando fuiste fecundado en medio de mucha paz y amor. 

Pronto supimos que estabas en mí y aunque tuve unos minutos de miedo, luego la valentía y el amor se apoderaron de mí. 

Disfruté cada semana y cada mes que viviste dentro de mí, y meciéndome en una hamaca  te leía,  te cantaba y la música de Vivaldi nos conectaba. 

Hacíamos yoga matutina y bailábamos un tiempo de vals cada mediodía, yo abrazaba mi vientre, ahí descubríamos juntos la felicidad en aquella sencilla y tierna intimidad. 

Se acercaba con lentitud el día de tu llegada, yo tenía ansias de verte, tocarte, y fuera de mi arroparte y alimentarte. 
Tú llegada aquel 18 de Marzo de 1995 fue una bendición no solo para mí y para todos los que te esperaban llenos de amor, alegría y esperanza. Hijo querido,  eres una bendición para este mundo que a veces pareciera te aturde o empaña. 


Eres un fervoroso amante de la paz,
 la bondad se desborda en tu mirada
 y en tu alma vieja y sabia. 

Me gusta que no uses etiquetas en tus búsquedas internas, que no juzgues ni te juzgues con dureza e inconsciencia.
 
Eres un Ser que me ha dado lecciones de paz y amor, sabes como decir cada cosa y que mi corazón no sienta ni una pizca de dolor. 

Ha sido tan fácil educarte que a veces creo que naciste bañado en virtudes y dones para los que no sé si en esta vida he cooperado. 

Nuestra conexión es más antigua que nuestras edades sumadas y multiplicadas. 
Persigue tus sueños sean cuales sean, se tú mismo siempre en cada lugar que llegues y en cada circunstancia que te toque vivir. 

Eres mucho más fuerte y grande que cualquiera de tus miedos, es más, ellos son ilusión y falsedad, en cambio tú eres la verdad. 

Hijo... 
No me cabe el amor dentro de mí, por eso hoy te escribo y me gustaría que se impregne tu hermosa alma de felicidad y alegría. 
Alegría por existir... Alegría por otro año más de vida. 

¡FELIZ CUMPLEAÑOS SALOMÓN!

martes, 8 de marzo de 2016

¡OH LUNA NEGRA!


Son días para oscurecer,
envuelta como capullo  
 se aquieta mi ser,
poco a poco  me oculto y 
ya nadie me verá padecer. 

¡Oh Luna Negra!
 ¿Cuánto tengo que esconder?
Fuiste mi única cómplice,
 a ti jamás te mentiré. 

En esta oscuridad 
es difícil no recordar,
aquellas miradas despiadadas  
que tanto me hicieron llorar. 

Este silencio sagrado
 que me abriga a tu lado, 
no se parece al silencio maldito 
de aquel que por cobarde 
o indiferente se mantiene calladito. 

¡Oh Luna Negra!
Contigo puedo dejar partir todas mis penas.  
Tú me abrazas, me besas 
y  a cada una de ellas te llevas. 

Y a ti Luna Llena, tengo que reclamarte tu falta de consideración y delicadeza.
Aquellas noches sin tu presencia 
me arrebataron los sueños 
con un par de sentencias. 
Es cierto que no morí, 
pero hoy a cada una de ellas 
voy a darle fin. 

Mi Luna Negra, tú estás de nuevo aquí
y no vacilo en esconderme junto a ti. 
Se renuevan mis motivos 
 y hoy puedo volver a escribir.  

¡Oh Luna Negra!
Quisiera que tu misteriosa magia 
se apoderara de mi, para no extrañar esas promesas falsas e ilusiones que nunca he vivido y no voy a vivir. 
Simplemente no son para mí... 
Yo vine por la verdad 
y por ella hasta mi vida he de dar. 


Escrito por Ana Isabel Parra D. 











jueves, 25 de febrero de 2016

MI DIARIO. Meditación #11



Hay una necesidad que surge desde mi interior, de alguna manera siento que me urge saciarla, es hambre y sed  de crecimiento. 

No puedo responder el por qué se produce, ya en este punto en el que me encuentro crecer interiormente es tan prioritario como comer, beber y respirar. Tan sagrado y placentero como el sexo que en manos propias o ajenas me lleva, me impulsa, me eleva...

Procuro crecer en cada respiración consciente y eso mientras viva no se detiene. 

Tengo sed de crecer, cada experiencia, cada aprendizaje por doloroso que sea es un sorbo de agua pura y fresca. 

Tengo hambre de crecer, por eso es que cada encuentro casual, formal, de corto o largo tiempo me entrego completamente sin miedo porque estoy segura que no tengo nada que perder, pero tampoco con la intención de ganar, destacar o conquistar,  lo que realmente busco es saciar.  

Tengo tantas ganas de crecer, que seduzco al momento presente para entregarme en cuerpo y alma a él. 

Crecer interiormente es alinearme con algo que en mi surge natural y hasta instintivo. Cuando NO me alineo con ello me enfermo, me deprimo, es como estar en inanición, muy sedienta, casi asfixiada y castrada. 
 
Cuando no busco conscientemente crecer, mi ser se encuentra prisionero, el crecimiento interior genera una libertad sin igual y en cada paso que adelanto se respira un aroma esencial. 

No busco crecer interiormente por temor al "castigo divino" o "al infierno."
Tampoco busco crecer para obtener un lugar privilegiado en el "cielo."
No me mueven las doctrinas ni las creencias religiosas. 

Me mueve mi naturaleza interna y ella como todo en este plano persigue con vehemencia su propósito. Y es que ya no es un acto de voluntad, ya en este punto es necesidad... 

¡VIVO PARA CRECER INTERIORMENTE!


 


jueves, 18 de febrero de 2016

MI DIARIO. Meditación #10

Equivocarte suele dejar una sensación de pérdida con la que a veces es difícil lidiar. 

Fracasar es una palabra que suena fuerte en tus labios, pero mucho más en el eco morboso que se produce en tu mente. 

 Hay que lidiar con él, para unos con más frecuencia que para otros. 

Existe una buena manera de ver partir el llamado fracaso y es justamente dejar de abrazarlo, conteniéndolo, escondiéndolo.  

El fracaso puede ser soltado cuando abiertamente lo expresas, no lo dejes encarcelado en una mente que aprisiona para torturarte, esa que calla por fuera, engañando y disimulando ante todos, pero te muerde, te muerde fuerte, y eso... 
Eso duele. 

Estamos como metidos en una pequeña burbuja donde con facilidad puedes sentirte asfixiado, cargado de exigencias en su mayoría externas, complaciendo y satisfaciendo los apetitos que otros inventan para nosotros. 

Vivimos casi ahogados, a penas si respiramos, con prisa, malhumorados, pero "trabajando duro" y que para el "éxito", persiguiendo  aprobación y aceptación ajena y me pregunto: 

¿Para qué y para quién vivimos?, si ni siquiera  conocemos nuestros verdaderas ansias. 

Pareciera que nos alejamos del modelo exitoso cada vez que rompemos la burbuja para tomar aire fresco. 

Cada vez que rompo la burbuja se escuchan los murmullos:
He fracasado, he fracasado...
Y entonces, regresa mi alma encendida, llena de gozo y vibrante, 
saciando sus ansias de caminante.  


martes, 16 de febrero de 2016

MI DIARIO. Meditación #9

Las suposiciones, los juicios, los malos entendidos, el orgullo, la incapacidad para empatizar con el otro, pero sobre todo la ausencia de sinceridad y honestidad, afectan profundamente las relaciones en general. 

Rompemos vínculos de años solo por mal entender o suponer lo que el otro piensa o siente con respecto a nosotros o a una situación en particular. 

Juzgamos desmedidamente sin procurar un acercamiento genuino, honesto, donde podamos expresar nuestras dudas e incertidumbres para aclarar y ver juntos la verdad colectiva y no solo la individual. 

Nos cuesta entender que nuestra percepción es única y que el otro no necesariamente ve lo que tú estás viendo, pensando o sintiendo, nos enfrascamos en "tonterías", no toleramos que otro piense, sienta o haga las cosas distinto a nosotros. 

Nos perdemos en comportamientos algo egoístas y olvidamos que en esas diferencias está el verdadero valor de nuestro crecimiento interior.  

La comunión con otros es alimento para el alma, y para ello necesitamos abrirnos con honestidad, arriesgándonos a quedar expuestos y vulnerables, pero si el otro arriesga y se abre con sinceridad los resultados producen eso que llamamos AMISTAD.  

Si no somos completamente honestos en nuestras relaciones perdemos el ingrediente principal, ese donde la aceptación y la confianza trabajan sin cesar fortaleciendo los lazos de hermandad. 

NO PODEMOS EXPERIMENTAR EL SENTIDO DE COMUNIDAD (común-unidad) sin desarrollar el valor de la AMISTAD.  

viernes, 12 de febrero de 2016

MI DIARIO. Meditación #8

Sabrás que estás amando no solo porque tu boca o pensamiento lo dice, 
lo sabrás porque tus acciones conscientes contigo mismo y con otros le darán vida en tu palpitar, 
 y muy profundo lo sentirás. 

Sabrás que estás amando cuando la lealtad y la honestidad sean punto clave en tus relaciones y difícilmente te abandonarán. 

Sabrás que amas porque de ti saldrán voces sinceras que no callarán injusticias ni maltrato y la "comodidad" como tal, en ti ya  no existirá. 

Sabrás que amas porque a pesar de lo difícil que sea, algo en ti te invita a perdonar, pero nunca a mendigar. 

Sabrás que amas porque te da placer ver emprender el vuelo ajeno y porque el propio es un ejemplo. 

Sabrás que amas porque el ver partir y crecer a otros no significará separación, y el sufrimiento no será una opción.  

Sabrás que estás amando porque dejarás de lado tus prejuicios. Te abrirás a observar, descubrir o develar lo que  otros de ti mostrarán. 

Sabrás que amas cuando juzgues menos y comprendas más. 

Sabrás que amas cuando entiendas, comprendas, aprendas y sientas que el mínimo daño que haces a los demás a ti te lo harás. 

Sabrás que amas cuando veles y cuides no solo por tu hogar, también por el ajeno y  el compartido.  

Sabrás que amas cuando lo que llamas "amor" deje de ser preferencial o una exclusividad (como si pocos merecieran lo que tú puedes dar).  

Sabrás que estás amando cuando la responsabilidad y el compromiso no te pesen y puedas experimentarlos con entusiasmo y vitalidad. 

Sabrás que estás amando cuando en vez de buscar la "imperfección" propia y ajena, confíes y estimules los dones que para amar se te dan. 

Sabrás que amas cuando por fin la indiferencia de tu vida se va. 







viernes, 5 de febrero de 2016

MI DIARIO. Meditación #7

En este frío en el que me encuentro, me acurruco, tiemblo, como contenida esperando que algo externo entibie la piel, y el hielo que me cubre sea derretido para alivio interno. 

Somos entregados a este mundo en vulnerabilidad hermosamente desbordada y para quienes tenemos suerte, ésta es solo pateada a medias. 

Mostrarse esencialmente en un mundo donde lo material impera, es un acto de profunda valentía. 

Cuando tu propósito de desarrollo va dirigido a lo exterior se te consume la vida, el tiempo pasa tan rápido cuando vives hacia afuera, y siempre tienes la sensación de que te falta tiempo. Literalmente, nos mata la prisa, nos mata el estrés. 

Vivir para un propósito de desarrollo interno es tomar la decisión de guiarte por la esencia de tu naturaleza. Esa que nos hace vibrar en alta frecuencia, esa que pase lo pase te permite mantener la calma porque confías profundamente en ella. 

Cuando te dejas conducir por la esencia de tu naturaleza, en todo lo que hagas fácilmente te entregas. Es como si tu cuerpo, mente, corazón y alma se encuentran en profundo y amoroso acuerdo. Ellos se alinean enfocados, atentos a su gran propósito: experimentar, aprender o quizá simplemente recordar, para luego trascender...



  




viernes, 29 de enero de 2016

MI DIARIO. Meditación #6

Esta vida terrenal es temporal, y  aunque haya nacido y vivido en este mundo, lo superior que habita en mi a nada de esto pertenece, esa es una sensación que he  tenido desde niña, hoy, ya siendo adulta, estoy convencida. 

Nada en este mundo me pertenece, por lo tanto yo tampoco a él pertenezco. 
Nada de lo que aquí tengo me lo llevaré conmigo ni siquiera el cuerpo donde habito.  

Todo acá más temprano que tarde pasará... 
El placer, el dolor, la enfermedad, absolutamente todo... 

Por alguna rara razón esto que estoy escribiendo me da paz...
y es que vivir adorando o haciéndole culto al mundo, agota, cansa, estresa, deprime. 

Cuando nuestros propósitos de vida van enfocados a lo material, a lo temporal, lo más seguro es que cuando se acerque el momento de partir entremos en pánico por no haber utilizado esta oportunidad en lo esencial. 

Nos daríamos cuenta de que hemos estado acumulando no solo cosas materiales, también miedos, frustraciones, rencores, dolores, juicios, creencias absurdas, etc. 

Si hay algo que nos toca aprender en este plano terrenal es justamente a soltar nuestros apegos tanto mentales, materiales, como emocionales. 

Cuando observo la naturaleza pienso que podríamos tomar el ejemplo de los árboles frutales, ellos crecen buscando al sol (un ser superior los alimenta), sin embargo, ellos no se quedan atrás. Oxígeno, sombra  y frutos brindarán abundantemente e incluso sin apoderarse de ellos, todos serán soltados. 

Ellos se dan sin exclusiones ni mezquindades, no acumulan ni retienen, cuando el fruto está maduro sueltan y sueltan.
Nada los detendrá... 





miércoles, 27 de enero de 2016

MI DIARIO. Meditación #5

 Vemos y vivimos la vida según la percibimos y definimos. 
Le daremos importancia a unas cosas y a otras no bajo esa manera de verla y nuestro destino estará casi que determinado por ello. 

Si yo creyera que la vida es una prueba, entonces, viviré siendo evaluada, juzgada, sometida a dichas "pruebas". 

Si yo creyera que la vida es una lucha, entonces viviré peleando para lograr cualquier objetivo que me proponga. 

Si yo creyera que la vida es dura y muy difícil antes de empezar a vivirla ya estaré cansada.  

Si creyera que la vida es solo supervivencia viviré compitiendo, paranoica frente a mi entorno, desconfiando de cualquiera que se acerque. Perseguiría el "exito" , la "riqueza" y el "poder" desmesuradamente sin importar a quien me lleve por delante, pues lo importante según esta visión sería sobrevivir. ¿Les parece conocida esta visión?

Comprendamos que la visión y definición que tengamos de la vida es determinante para nosotros. 
¿Cuál es tu visión de la vida? 
 
La vida para mi es una gran oportunidad.

Es la oportunidad de experimentar, errando y rectificando, conociendo a través de la observación y auto-observación. 
Es la oportunidad de avanzar, de evolucionar, de hacerme mucho más consciente. Para mi este es un tiempo muy valioso para aprender y reconocerme. 

En este mundo terrenal no he declarado una guerra, sin embargo, vivo en batallas, y casi todas las he perdido... 
Lo más seguro es que no vea el "éxito"  del mundo ni alcance todos sus objetivos, pero comprendo que todas mis supuestas perdidas acaban con la prepotencia, la arrogancia, el egoísmo y la intolerancia que en mi se han depositado. 

¡BENDITAS SEAN TODAS LAS BATALLAS PERDIDAS!

El fracaso, las perdidas y las frustraciones son vecinas de lo conveniente. Y si no lo ves, date la vuelta, mira al pasado y regresa con tus propias conclusiones. 

Que vivan las circunstancias y personas que llegan a mi vida para aparentemente invalidarme porque justamente ellas me han hecho grande. 
Me han aportado aprendizajes incalculables, cómo no agradecerlo, cómo no entender que realmente son mi oportunidad. 


Es tan fácil ver en la naturaleza reflejado nuestro propósito, nos complicamos tanto, le damos tantas vueltas y es tan sencillo...
La naturaleza nos da, nos brinda, nos conmueve, nos alimenta, nos da todos los recursos.

¿Qué más vamos a esperar para hacer lo que nuestra naturaleza interna nos pide, a veces hasta gritando? 

Quizá te preguntes : ¿y cómo logro saber lo que mi naturaleza interna me pide? 

Si gustas y te parece bien has silencio por unos pocos minutos y escucha todo el ruido y desorden que hay en tu mente, calla y obsérvate, dedícale unos minutos de tu día a vivir despierto, atento, consciente. Que cada sensación, sentimiento, acción y pensamiento sean vividos plenamente. 

Si prefieres, quédate descalzo y que tus pies pisen la tierra, entra en contacto con ella. Te ayudará a aterrizar cualquier idea o "problema". 

Abraza un árbol con ternura, respira por dos minutos de manera consciente y profunda, su alma te devolverá el contacto íntimo con la tuya. 
     
Aprender a observarte, a vincularte contigo mismo, alinearte con lo superior que en ti y en otros habita, reconocerte y reconocer es fundamental para avanzar y comprender el propósito de tu vida. 

Que cada pensamiento, movimiento, sentimiento que mi Ser tiene sean expresados libremente para mi crecimiento y el de otros. 

¿Cómo no rendirme ante el propósito que se me muestra cada día? 
Es entonces cuando comprendo que:
"EL PLAN DIVINO DE MI VIDA SE ESTÁ MANIFESTANDO AHORA".


domingo, 24 de enero de 2016

MI DIARIO. Meditación #4

Venimos de una fusión y hacia una gran fusión vamos. Y en esa fusión, todos, absolutamente todos estamos incluidos. 

Las consecuencias de nuestras acciones e inacciones están siendo ejercidas en cada uno de nosotros, no son pasadas por alto en este plano, lo que pasa es que no queremos abrir los ojos. 

¿Cómo entendemos entonces el sufrimiento del hombre? 

Sufrimos porque estamos dormidos, desatentos, no estamos conscientes. 
Ya el sufrimiento es un "infierno" en el que solos (y a veces acompañados)e inconscientes nos metemos. 
 
 No puedo imaginarme (no cabe en mi mente humana) un Dios creador, misericordioso, que excluya a algunos de los suyos. Él es fusión , y en las fusiones no existe la separación. 
 
Nuestra naturaleza se nos será revelada a su tiempo, para algunos ya fue revelada, para otros está por revelarse (para cada individuo es distinto su tiempo). 

Todos somos importantes y necesarios, nadie en el gran cosmo puede reemplazarte, recordemos que somos seres únicos, entonces, ese espacio te pertenece y nadie más va a ocuparlo. 

Estamos en una continua transformación (ni la materia desaparece, solo se transforma). 

La muerte no es más que otra transformación, una etapa más que superar, como cuando dejamos el útero, soltamos una vinculación para perseguir otra. 

En cada proceso que nos vemos en la necesidad de soltar hay una crisis y ésta  viene con sus respectivos aprendizajes. 

Claro que nos estamos preparando, este plano es una gran escuela, hay compañeros de aprendizaje, hay maestros  enseñando, pero ellos también aprenden. Hay directivos que aunque están, poco los vemos.

 La vida terrenal es más que vivir el momento. Es una gran oportunidad para aprender, es un valioso tiempo para experimentar lo que no somos para VALORAR, COMPRENDER Y RECONOCER LO QUE SI SOMOS. 




viernes, 22 de enero de 2016

MI DIARIO. Meditación #3

La fuerza que mueve mi vida, lo que la conduce, lo que me guía, es sin duda el amor. 

Quienes me aman (que son quienes de verdad me conocen) podrían dar fe de esto que estoy diciendo acerca de mí.  Y no es que necesite que otro lo certifique, porque mis acciones, mi estilo de vida, y más aún, mis frutos hablan por sí solos. 

No soy perfecta ni quiero serlo (por lo menos no la "perfección" que se suele publicitar e incitar en este mundo). 

No persigo las típicas metas sociales para alcanzar éxito, fama ni riqueza, no he ido tras el "tener" porque tengo muy claro que mi enfoque va dirigido hacia el ser. 

Y por supuesto que he sentido y siento de vez en cuando culpa, rencor, vanidad  y  miedo, pero por eso estoy atenta en mí, observándome para que justamente esos sentimientos no guíen, no conduzcan mi vida. 

El amor es para mi una fuerza reveladora, me abre los ojos de par en par, me permite verme y ver con claridad. 

El amor no brota de la nada, es una decisión tomada, amar es un compromiso que tengo conmigo misma. 

Mi decisión de amar no viene tomada desde el miedo a  "quemarme en las llamas eternas del infierno." 

Mi decisión de amar viene justamente de la experiencia de haber sentido miedo, egoísmo, rencor, vanidad o culpa y comprender que ninguno de ellos me da paz. 

Solo el amor me ha permitido encontrar mi máxima pasión. Por ello es que mi afirmación favorita es: 
"La paz es mi pasión." 

Cada vez que pierdo la paz rápidamente comprendo que deja de guiarme o conducirme el amor.  

Esa energía me invita a observarme con atención plena, me permite hacer silencio para escuchar los pensamientos más turbios y confusos que de mi salen. Los observo y con mirada compasiva (sin juzgarlos) los dejo partir, porque comprendo que yo no soy eso. 


AVANZO POR QUE EL AMOR ME MUEVE (Poema) 

Yo busco, y si no encuentro, acepto. 

Toco puertas, si no se abren,  lo entiendo. 

Siembro, abono y riego, sino sale fruto, comprendo. 

Abrazo con toda mi alma, y sino  es recíproco, cierro mis ojos, respiro, quizá salga una lágrima, pero luego suelto. 

Entrego mi alma tibia en un beso, y si la otra está fría, entonces, hierven mis labios, y mientras tanto el alma se muestra compasiva. 

Confío, vuelvo a confiar y si la traición llega por detrás, me volteo, hago una reverencia, me despido y sigo caminando para darme  una nueva oportunidad con alguien más. 

Amo liberando a mi ser interior, si el otro pretende reprimir, le entrego mis antiguas llaves, y sin rencor me marcho confiada, pensando que he hecho lo mejor. 

Psic. Ana I Parra D. 



jueves, 21 de enero de 2016

MI DIARIO. Meditación #2


No lucho por modificar lo que sé no está en mis manos o bajo mi control. No me gusta la palabra lucha, suena a pelea, a cansancio. 
Prefiero usar la palabra fluir, me gusta fluir con mis circunstancias. 

Estoy aprendiendo el arte de aceptar y sobre todo de aceptarme. 

No somos un accidente ( aunque a veces la vida luzca como si lo fuese). Todo tiene su causa y razón de ser. Puedo verlo claro cuando retrocedo 30 años atrás, puedo atar cabos y comprenderlo mucho más fácil. 

Todo lo conocido y no conocido estoy convencida tiene un mismo origen. Ese origen podemos llamarlo energía, Dios o como sea. Es misterioso, fascinante, nos llena de preguntas, algunas se contestan, otras no, algunas se sienten, te tocan, se muestran en nuestro alrededor e incluso en nuestro interior. 

Pienso que estamos particularmente unidos a esa energía creadora y transformadora. Venimos de ese inicio, y eso está hasta registrado en las células de nuestro cuerpo.  

Somos creadores por origen, por naturaleza, por herencia... 

Con frecuencia le digo a mis clientes: "No eres lo que piensas ni lo que sientes ni siquiera lo que haces. NO ERES TUS PENSAMIENTOS, no eres tus emociones ni acciones, ERES EL CREADOR DE TODO ESO.  

Pienso que al conectarme con esa energía creadora que habita en mi y en cada uno de nosotros, empiezo a cumplir el propósito de la vida. Crear, crearnos, transformar, transformarnos para continuar evolucionando... 

miércoles, 20 de enero de 2016

MI DIARIO. Meditación #1


Respirando  lento, profundo y conscientemente me conecto con el aliento superior (el soplo del creador, ese que me dio vida y propósito en ella)

 Cada vez que respiro de esta manera se me revela mi origen y mi propósito. 

Comprendo que sin ser Dios soy parte importante de él como cada uno de ustedes lo son. 

Conectándome con lo superior que habita en mí y vinculándome con lo superior que habita en cada uno de los seres con los que tengo el gozo de encontrarme, se me revela el propósito de la vida. 

Y bastante claro me queda que  el propósito no es individual y excluyente, por el contrario es colectivo e incluyente. 

Estamos llamados de manera natural a vincularnos, es cierto que la civilización moderna y el sistema socioeconómico nos llevan a contradecir nuestra naturaleza espiritual y vinculante. 

Así nos vamos aislando y creyendo que nuestros propósitos  de vida son egoístas e individualistas. Buscando "éxito","fama","riqueza",
"reconocimiento","aplausos", entre otros, perdemos nuestro norte. 

Con facilidad nos estresamos, nos deprimimos y nos sentimos separados y creo que esto se debe justamente a esta falta de consciencia y a este adormecimiento en el que nuestra sociedad nos mete. 

Estamos llamados a esto: 
A vincularnos, a conectarnos desde lo superior que habita en cada uno de nosotros, esto es una herramienta más que nos revelará el propósito de la vida.  
Por ello es que me apasionan los encuentros grupales y el trabajo de crecimiento interno que se logra en éstos.  

¡Anímate a participar! 
Escríbeme, y te hablo acerca de ello. 
 






miércoles, 6 de enero de 2016

No dejes que el ego te muerda...

Pedir ayuda cuando se necesita es un golpe bajo que de vez en cuando se le debe dar al ego para que aprenda quién es el que conduce y domina. 

Nos llenamos la boca vociferando que a nadie necesitamos, nos creemos dueños de no sé qué cuando nos definimos como autosuficientes.  

Es posible que hoy por una buena racha te puedas sentir así, pero créeme que esa buena racha también pasará.

Conservar la humildad y la sencillez en momentos de "abundancia" es algo difícil, pero saludable para tu cuerpo y tu alma. 

No eres esa "buena racha" , no eres autosuficiente. Si esa abundancia solo te infla y no te fortalece espiritualmente  te cuento que es FALSA, y por más que te engañes no la sabrás disfrutar. 

Se cuidadoso de tus expresiones, de tus ausencias, de tu falta de delicadeza con quienes siempre han sido leales en las buenas y en las malas. 

 Cuida a quienes te han ofrecido y te ofrecen lo mejor de ellos , esos que se entregan de verdad porque te donan su vida, su tiempo, su alma. 

Suelta el orgullo porque él no sabe de agradecimiento, 
Suelta el narcisismo porque él no sabe ver el valor de nadie,
Suelta el egoísmo porque es uno de los grandes enemigos del amor,
Suelta la vanidad porque atraerás a tu vida la frivolidad. 

Y recuerda cariño...

"Eres mágico(a), 
NO DEJES QUE EL EGO TE MUERDA"  

martes, 5 de enero de 2016

CUANDO COMPLACER ES EL PLACER. (Una trampa neurótica)

He estado viviendo hasta hace poco una fantasía neurótica donde juraba que mi mayor placer era complacer. 

Creía profundamente que yo podía generar el placer del otro, aquello me daba "gozo." Eso sin duda alguna me hacía sentir como una "diosa" si lo "lograba", pero no siempre era así, también podría no lograrlo y caía en el otro extremo, sintiéndome  fracasada, incapaz e inútil. (OTRA TRAMPA NEURÓTICA) 

 ¿Se puede ser tonta hasta el extremo de publicarlo? 

Pues si, y no es que me quiera regodear de semejante tontería, pero si quiero reflexionar algo con quien me lea en este día.  

Sentirte responsable del placer ajeno, llámese bienestar, seguridad, felicidad e incluso la salud de otros, es desquiciante para cualquiera. 

Sabemos muy bien que la realidad es que estamos rodeados de "insatisfechos" y posiblemente hasta encabecemos la lista. Así que la tarea de complacer, sin duda, es interminable y fulminante para la estima y valoración de quién la lleva a cuesta.  

No estamos diseñados para complacer a otros, no es lo natural, sin embargo, desde que nacemos hacia eso nos encaminan. Mantener "contentos" a otros, que se sientan "satisfechos" con cada cosa que decimos, sentimos o hacemos. 

Así nos vamos perdiendo a nosotros mismos, buscando afuera lo que solo se encuentra adentro.  

Así empezamos a culparnos y a culpar. Perdemos la mayor conexión, esa que está perfectamente vinculada con nuestro YO CREADOR. 

Y buscando complacer a otros nos desviamos de nuestra principal tarea: CREARNOS A NOSOTROS MISMOS. 

Dejamos que lo que está afuera se imponga sobre nuestra esencia. Nos perdemos, y entonces nos convertimos en títeres tristes e infelices. 

Complacer a otros es tarea no solo agobiante, es imposible. Por lo tanto, tu insatisfacción podría llegar a  altos  límites.  

No niego que de vez en cuando esa ilusión se vive (la de generar el placer en otros), pero bien lo digo, es solo una fantasía, que solo la vives si el otro sabe generarse por si solo su propio placer, bienestar, felicidad, etc. 
Así que ahí se rompe la creencia de que eres tú quien genera ese placer. 

No les pasa a veces que ustedes no quieren agradar y agradan. O al contrario que buscan complacer al otro y se desviven y el otro ni se inmuta ni transpira ni se motiva. 

Sacar esa fantasía ha sido un alivio para mi vida. No tengo ningún interés hoy en complacer a absolutamente a nadie ( padres, familiares, hijos, pareja, amigos, conocidos, quien sea) su satisfacción y placer no es ahora mi problema.

 Ya tengo trabajo con generar el mío y eso es más que suficiente para mantener relaciones sanas y profundas con quienes amo y me aman. 

No quiero que a quienes amo y aprecio se sientan tampoco responsables o incluso generadores de mi placer. Les quito ese peso de encima, ellos también tienen suficiente que trabajar en  su propio bienestar.   

Nacimos para compartirnos esencialmente , sin exigencias sobrenaturales, sin tantas expectativas desbordadas. 

Y no es que ya no disfrute de la alegría de otro o no me toque una fibra parte de su dolor, lo que si entiendo es que nada de eso lo produzco yo. 
 
No soy el origen ni de su dicha ni de su dolor.